Muy a menudo, los administradores de estas webs no indican su nombre, contacto o correo electrónico
Adolf Hitler nunca tuvo acceso a internet. Pero sus nuevos acólitos se amamantan de la inmensidad ‘online‘ para lanzar un discurso xenófobo propio.
El catecismo nazi ‘Manual de resistencia sin líder’ se puede descargar en pdf, sus blogs reciben miles de visitas y desafían la ley en grupos de Facebook.
El reportaje lo firma Ana G. Moreno en ‘Rolling Stone’ y merece la pena.
Comienza con los detalles de un suceso, ocurrido en Gérona, describiendo la reacción que produjo el fallecimiento de Óscar Cruz, un español de 22 años, muerto después de que Anderson Jair, de nacionalidad colombiana y 23 años, le asestase un golpe en la cabeza la noche del 14 de marzo de 2011.
«Los manifestantes, españoles de nacimiento, como la víctima que los congrega, emiten gritos de lamento y solidaridad. En Salt reside un inmigrante por cada dos nacionales».
De repente, entre todas las voces, destaca el tono doliente de una mujer:
«¿Qué pasa, alcaldesa? ¿No nos recibes porque no somos inmigrantes?».
El comentario, como el primer petardo de una traca de feria, inicia una retahíla de protestas relacionadas:
«Los inmigrantes han venido para matar y robar», «que se vayan a su país» o «nos quitan el trabajo».
Después, la autora entra en la descripción general, aderezada con testimonios ajenos y sus propias conclusiones, entre las que la más directa es que la extrema derecha española campa a sus anchas en la inmensidad de internet.
Lo que es delito fuera de la Red (la apología del nazismo está penada por la Ley en España), se diluye dentro de ella.
A raíz de la matanza de Noruega ejecutada por Anders Behring Breivik, racista y homófobo confeso, y de que saliera a la luz su fecunda actividad virtual, el ministro de Justicia de nuestro país, Francisco Caamaño, fue rotundo en sus declaraciones:
«En España hay peligro por parte de los movimientos ultraderechistas, sobre todo a través de la Red. Y no sólo es una amenaza ideológica, sino real».
Esteban Ibarra, presidente de la ONG Movimiento Contra la Intolerancia, añade:
«Durante años, se ha infravalorado el impulso de la extrema derecha en España. Parecía algo residual. Ahora, es un movimiento desarrollado y muy preparado. E internet le ha dado una fuerza enorme».
Canales de YouYube, perfiles en redes sociales o webs y blogs que incitan al odio (más de 400 en nuestro país, según Movimiento Contra la Intolerancia) se reparten su porción del ancho de banda.
Cualquier persona no excesivamente ducha en la navegación online puede dar fácilmente con fotos en Facebook de campos de concentración con pilas de judíos muertos y desnudos bajo la leyenda «así se tira la basura», comentarios xenófobos en foros de partidos políticos legales («Marruecos es el enemigo del sur», en el foro de Democracia Nacional, formación de extrema derecha) o una Wikipedia alternativa llamada Metapedia que describe la homosexualidad como un trastorno psicológico profundamente ligado a la pederastia («no pocos homosexuales quieren lograr que sea permitida la actividad sexual entre niños y adultos», reza el artículo).
«Muy a menudo, los administradores de estas webs no indican su nombre, contacto o correo electrónico. Se ocultan en el anonimato de la Red.
Su material es visible para todo el planeta. Pero ellos son comunidades semiclandestinas, o individuos solitarios, muy difíciles de localizar».
NOTA.- leer artículo completo en Rolling Stone.
Comentar desde Facebook