Uno de sus hermanos tuvo que identificarla y Borja, su hermano sacerdote, le dio la extremaunción
Se llamaba Belén Langdon Real, tenía 17 años, y murió este 3 de noviembre de 2012, tres días después de quedar aplastada por una turba en la fiesta de Halloween del Madrid Arena.
Lo habitual, lo típico, lo ‘normal‘ en ese tipo de aquelarres juveniles es que los asistentes sean fánaticos del baile, hagan ‘botellón‘ hasta quedar estupefactos y coqueteen con los excitantes.
Belén no. La cuarta de las jóvenes fallecidas en el trágico suceso era un estudiante modelo, hija de un matrimonio de supernumerarios del Opus Dei, tenía seis hermanos y acudía con frecuencia a un centro juvenil de la prelatura a recibir formación cristiana.
Como escribe Ana Gil en ‘El Mundo’, si hay un rasgo que caracteriza a la familia Langdon es su fe profunda.
«Una fe que les había ayudado a afrontar las dificultades económicas cuando el padre de familia -arquitecto- se quedó sin trabajo en España y tuvo que mudarse primero a Malta con su mujer y los hijos pequeños -Belén entre ellos-; y después a Brasil, a solas, para no perjudicar los estudios de los niños. Una fe que les hizo celebrar con auténtica alegría la ordenación sacerdotal del segundo de los hermanos, Borja, este año. Una fe que les está ayudando a mitigar, en parte, el tremendo mazazo que la vida les acaba de dar. Y una fe que compartía Belén, la sexta de siete hermanos».
No iba a ir a la fiesta y todo empezó como una travesura, aprovechando que ese 31 de octubre sus padres no estaban en casa.
Yolanda, su madre, había viajado hasta Brasil, a visitar a Nicolás Langdon, el padre, que trabaja allí en estas fechas.
Uno de sus hermanos tuvo que identificarla y Borja, su hermano sacerdote, le dio la extremaunción.
Fue en Brasil, de sopetón, donde el matrimonio se dio de bruces con la noticia de que Belén agonizaba en un hospital. No había vuelos el día 1. Por fin, consiguieron llegar a España el viernes.
LA INVESTIGACIÓN Y LOS RESPONSABLES
Afirma el diario ‘El Mundo’ en portada que el Miguel Angel Flores, el empresario que organizó la fiesta de Halloween en el Madrid Arena, burlaba la ley porque tenía «un contacto en el Ayuntamiento».
Añade que los ediles tenían trato de favor en sus locales y que la investigación policial demuestra ya que se superó con creces el aforo y que no se tomaron las medidas de seguridad pertinentes.
A la espera de que lo que haga Ana Botella en el Ayuntamiento, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ya se ha puesto en marcha.
El consejero de Presidencia y Justicia y portavoz del Gobierno regional, Salvador Victoria,ha recibido instrucciones por parte del presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, de extremar todas las medidas de precaución que se puedan tomar de cara a las macrofiestas que se celebren las próximas navidades.
Desde el Gobierno madrileño confían en que la investigación judicial sobre el Madrid Arena aclare lo sucedido y se hagan pagar sus culpas a los responsables. Sean quienes sean.