Robin Tomlin logra que el colegio se disculpe y reedite el anuario sin el insulto

Consigue, 42 años después, que el anuario escolar retire de su reseña la palabra ‘maricón’

Tiene ahora 60 años y padece un cáncer de hígado irreversible

Cuatro décadas después ha disfrutado por fin de la fiesta de graduación a la que en su momento tuvo que renunciar

Ha esperado 42 años, pero por fin Robin Tomlin ha visto como se reeditaba el anuario correspondiente al año de su graduación sin la palabra ‘fag‘ (‘maricón‘, en inglés) impresa al lado de su fotografía, y como el consejo escolar se disculpaba además por haberlo permitido.

La historia la cuenta The Vancouver SunAfter 42 years, North Vancouver school bullying victim gets closure— y se remonta a 1970.

Tomlin sufrió un brutal acoso homófobo en su instituto de Vancouver (Canadá). Un acoso que fue considerado normal, hasta tal punto que cuando algunos de sus propios compañeros, responsables de la elaboración del anuario escolar (una tradición norteamericana bien conocida gracias al cine y la televisión) decidieron que la mejor forma de recordarlo para la posteridad era estampar «maricón» junto a su fotografía, el instituto lo permitió.

Para Tomlin la humillación fue solo una más de un periodo que vivió como una pesadilla: ni siquiera se atrevió a acudir a su propia ceremonia de graduación. Pesadilla que ahora, 42 años después, da por concluida. En este tiempo ha conseguido que el consejo escolar del distrito reeditara el anuario sin el insulto y con un texto escogido por el mismo, que ha sustituido al anterior en los archivos oficiales. Fue hace cuatro años.

Ahora, además, el consejo escolar ha recibido a Tomlin para disculparse personalmente por haber permitido que aquello ocurriera. Lo ha hecho después que la historia saltara a los medios de comunicación, pero Tomlin ha agradecido de todas formas el gesto, que interpreta como un punto final a aquel infierno. Ha pedido al consejo escolar, eso sí, que «mantenga las puertas abiertas a los chicos con estos problemas en lugar de cerrarlas, como hicieron conmigo».

Tomlin, que ahora tiene 60 años y padece un cáncer de hígado irreversible, ha querido que su historia sirva de ejemplo de lo que nunca debería volver a suceder.

Y 42 años después ha disfrutado por fin de la fiesta de graduación a la que en su momento tuvo que renunciar, organizada por sus amigos.

 

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