Muchos ataques desde 'El País', diario donde aparecen artículos como el que firma Manuel Rivas, quien titula sutil: "Wert y su perro"
Escribe Juan Carlos Girauta en ‘ABC‘ que el ministro Wert, «un madrileño catalanoparlante», sólo se libraría de la hoguera si fuera negligente:
«Si no pusiera en duda el monopolio de los ingenieros sociales sobre la máquina principal de creación y control de valores, si no tratara de enderezar una instrucción pública prostituida, obligada a desempeñar bajo secuestro, de forma intensiva, sus tareas más oscuras, su papel de puro aparato de penetración ideológica. El más alevoso, por cierto, de dichos aparatos».
Por fortuna, como el toro se crece José Ignacio Wert en el castigo. Pero tendrá que aguantar, porque llueven y segurián lloviendo sobre él los ataques.
Muchos desde ‘El País’, diario donde aparecen artículos como el que firma Manuel Rivas, quien titula sutil: «Wert y su perro».
«Cuando Wert anuncio con estruendo cornúpeto la Contrarreforma educativa, me acordé de otro animal mitológico. El perro de Alcibíades. Este gobernante griego le cortó en público el rabo a su perro. ¿Por qué? Para que la gente hablase del perro de Alcibíades y no de su mal gobierno. Ahora, aquí, hablamos del toro de Wert. Al final, en España, siempre gana la embestida».Es evidente que ni el progrerío ni el nacionalismo van a consentir que el Gobierno reforme esa calamidad que es la educación en España.
Ya vimos con Aznar, que atacó mal el problema, cómo linchaban a Aguirre, ministra del ramo hasta 1999.
Y lincharán, objetualizarán, mortificarán con bajezas ad hominem, inventarán leyendas (Sara Mago) y descenderán a manosear el nombre propio (Wertgüenza) de cualquier titular de Educación que quiera merecer el cargo.
En cualquier caso, Wert eso no le quita el sueño. En ‘ABC’, en una larga entrevista que le hace Manuel Trigo, el ministro deja claro que va a seguir adelante y que está dispuesto a negociar muchas cosas, pero que la ley obligará a ofrecer educación en castellano en Cataluña.
-Pese a la amplitud de la reforma, la polémica sobre el catalán y el castellano es lo que ha acaparado la atención casi en exclusiva…
-Se está desviando la atención sobre el contenido medular de un proyecto que, basándose en la evidencia, se enfrenta a un sistema educativo incapaz de dar una salida decente a una cuarta parte de los estudiantes que ingresan en él; que registra una proporción de alumnos excelentes que supone menos de la mitad de la media de la OCDE, apenas un 3%; que tiene una tasa de repetición a los 15 años superior al 36%; con una de las proporciones de «ninis» más altas de Europa, y que, en definitiva, no está a la altura de lo que nuestra sociedad puede y debe exigirse. Y esto es lo verdaderamente importante, a lo que se dirige la ley.
-En cambio, la Generalitat lo ve como un ataque al catalán y ya ha anunciado que no va a aplicar la reforma ¿Qué piensa hacer?
-Hace una interpretación que no tiene nada que ver con lo que dice el anteproyecto, que, además, está en una fase prelegislativa […] esta reacción es notablemente prematura.