Anteriormente, este segmento de mujeres acudían a prestar servicios sexuales para obtener ingresos para bienes de lujo
La crisis se manifiesta en España numerosos sectores y segmentos sociales, y también de ella resultan las más diversas consecuencias.
La prostitución de universitarias es una de las tendencias menos conocidas como daño colateral de la crisis, y está en pleno auge.
El diario El Mundo relata la historia de algunas de estas chicas, que no superan los 23 años, y tienen en común haber recurrido a la venta de servicios sexuales no profesionales para poder afrontar pagos concernientes a sus familias y a sus estudios.
Lorena, Ainoha, Itziar
Es el caso de Lorena, de 20 años, que estudia Comunicación Audiovisual en la Complutense y que ha sufrido recientemente el fallecimiento de su madre y la pérdida del trabajo de su padre.
Con un hermano pequeño, gastos de hipoteca y la subida hasta el doble de las tasas universitarias este año, Lorena se inició en la prostitución, con lo que ingresa 2.500 euros al mes.
Eso sí, a su padre le dice que trabaja de azafata. No en el sexo de pago.
Ainhoa llegó a Madrid sin ingresos desde Málaga, y después de trabajar en distintos puestos mal remunerados -discotecas, dando clases de inglés, azafata- probó con la prostitución.
Necesitaba más dinero para poder pagar su piso, la comida, los libros, la universidad y enviar dinero a su madre. Y llegó rápidamente a la conclusión de que el camino más rápido era meterse a puta.
Itziar también pudo estudiar gracias al dinero de la prostitución, con el que es completamente independiente. Esta barcelonesa de 22 años es de las pocas jóvenes universitarias que da la cara y protagoniza uno de los meses del calendario de Aprosex, la Asociación de Profesionales del Sexo.
Esta misma asociación ha asegurado que están recibiendo numerosas llamadas de chicas estudiantes reclamando ayuda tras haber pasado por malas experiencias durante el ejercicio de la prostitución.
Aprosex indica que este oficio ha crecido un 30% más en el último año, y la tendencia de las universitarias es muy definida.
Mientras que anteriormente, este segmento de mujeres acudían a prestar servicios sexuales para obtener ingresos para bienes de lujo, ahora son más los casos de chicas que recurren a este oficio para abordar gastos básicos, tanto suyos, como de sus familias.
