Ten cuidado con esas afirmaciones porque igual te vas a tener que tragar tus palabras
Llovía sobre mojado, porque la víspera, el secretario provinciales de las Juventudes Socialistas de Guadalajara, el de Mallorca y otro militante de la organización enviaron una carta abierta, en la que ponían a escrurrir a Beatriz Talegón y la instaban a dimitir.
Y con ese telón de fondo, al poco de comenzar este 13 de febrero de 2013 la tertulia política en ‘El Programa de Ana Rosa’, Alfonso Rojo levantó la mano, pidió la palabra y le vino a decir que la secretaria general de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas, que se ha hecho famosa por afear la conducta a sus correligionarios veteranos, que ella no estaba en condiciones de dar muchas lecciones:
«Nunca has dado un palo al agua, no has tenido un trabajo fuera de la política».
La aludida abrió dosm ojos como platos y advirtió:
«No me dejas hablar y creo que te vas a tragar tus palabras; no sigas por ahí».
El director de Periodista Digital siguió, y de qué manera.
Tras inssitir en que con apenas 29 años ha sido concejal de PSOE, asesora en Bruselas de la Delegación de Castilla-La Mancha, cuando mandaba el socialista Barreda, asesora del Europarlamento y ahora, con sede en Viena, secretaria general de la UIJS, concluyó:
«Tienes un cargo político como el de Papandreu pero en pequeñito».
La reacción de Talegón fue contudente. Afirmó rotunda que se licenció en Derecho en 2007, obteniendo una beca de la Universidad de Alcalá de Henares por concurso público y pasando a la oficina de la Unión Europea en Castilla-La Mancha.
Ese fue el comienzo, porque la joven socialista fue desgranando su curriculum como abogada en Legalitas, contrata en el despacho de multas de una comisaría bajo el Gobierno del PP y más explicaciones sobre cómo había entrado a trabajar como asesora y sus trabajos como camarera y en un MacDonalds. Dijo que ahora gana ‘solo’ 1500 euros al mes.
«Yo me he pagado lo mío».
Eso desató la ‘solidaridad‘ de Ana Rosa Quintana, quien le comentaba que no tenía por qué explicarse y el cruce de Carmelo Encinas, que intentó poner pazaludiendo al carácter «provocador» de su «amigo Rojo».
UN PELDAÑO PARA UNA CARRERA
Broncas aparte, parece indudable que Beatriz Talegón, convertida en una estrella mediática al difundirse el vídeo en el que abronca a los líderes de la Internacional Socialista por reunirse el 4 y el 5 del febrero en un hotel de cinco estrellas de Portugal, ha iniciado nueva etapa en su meteórica carrera política.
Una etapa triunfal, que ha provocado también que criticas feroces en su propio entorno.
Desde el marte circula con profusión una carta que firman el responsable de las Juventudes Socialistas en Guadalajara, Rubén García, el de Mallorca, Antonio Bujosa, y el militante Mikel Zabala y ha sido difundida por el primero de ellos en las redes sociales.
Los firmantes de la carta dicen estar «profundamente de acuerdo» en el fondo de esa crítica, pues «se han cometido y se siguen cometiendo errores«, pero consideran que ella «no es la persona adecuada» para lanzar este mensaje.
Afirman al respecto que Talegón no puede hablar de que los jóvenes de la Internacional Socialista no tienen apoyo financiero cuando su «gran salario» está «muy por encima de las posibilidades de cualquier joven en el mundo».
También cuestionan su idoneidad para hablar «de puesto a dedo», cuando ella, pese a tener menos de 30 años, suma en su haber «varios de ellos».
Talegón fue concejal de Cabanillas del Campo (Guadalajara) en 2007 y también trabajó en la Oficina de Emancipación de la Junta de Comunidades en Guadalajara y como asesora de la Oficina de la Junta de Comunidades en Bruselas.
Los firmantes de la carta exponen que, como dijo ella, los hoteles de cinco estrellas no son el mejor escenario para resolver los problemas, pero añaden:
«Tampoco lo es viajar en business y cobrar por ello, ostentando un cargo internacional y antes europeo».
Insisten en que su carta no es una crítica al contenido del discurso, sino un mensaje:
«Quien no predica con el ejemplo no puede dar lecciones aprovechando la falta de conocimiento del resto sobre uno mismo».
Afirman que ellos hacen trabajo de calle, recogen firmas, hacen campañas, convocan protestas, están presentes en ámbitos educativos, sanitarios y sociales y en las campañas electorales se manchan las manos con la cola de los carteles, y lo hacen poniendo dinero de su bolsillo, sin una «remuneración (alta)» como la de Talegón.
Por ello, le piden que sea «congruente» con su discurso y que dimita.