Después de 35 años trabajando en el sistema educativo, y habiendo trabajado en todos los niveles (en primaria, secundaria, bachillerato, FP y Universidad, en pública y concertada, en zona rural y gran ciudad, de maestro-profesor y de orientador) me atrevo a cuestionar muchas de las opiniones interesadas que están circulando por los medios de comunicación.
Parece que ya han calado en la ciudadanía frases como: «La educación & enseñanza no puede/podía seguir por el camino que va/iba».
«Esto cada vez está peor». «Cada vez hay más fracaso», etc. De entrada diré que no se puede comparar el modelo LOGSE con el modelo anterior (EGB-BUP-FP), ya que de entrada no son los mismos alumnos. Dicho de otra manera, en la LOGSE -desde 1992- «todos» estaban en los centros educativos, antes no.
El Consejo de Estado, como órgano consultivo del Gobierno de España, ha emitido una serie de conclusiones y recomendaciones que sin duda alguna tienen un gran calado, pero que cada cual interpreta según sus «intereses», y esta afirmación se puede extrapolar desde los partidos políticos, a los sindicatos, pasando por las asociaciones de padres y madres -CEAPA/CONCAPA-, así como a los medios de comunicación adeptos a cada centro de poder.
Pero es difícil dar una respuesta asequible a las propuestas pues desde la oposición -al gobierno actual y al pasado-, y sobre todo, desde los partidos nacionalistas se considera la educación un coto privado o propio que sólo pueden cambiar ellos. Dicho esto procederé a hacer esas aportaciones que considero más significativas y las implicaciones que suscitan.
La calidad/excelencia o el fracaso/deterioro, no es sólo achacable a un problema económico sino más bien a un «modelo» implementado a partir de la normativa legal; no existe correlación directa que suponga que a mayor presupuesto mejor rendimiento.
Es algo muy complejo que va desde los modelos educativos, a los programas curriculares, a los «intereses políticos del partido administrante en cada momento», a la formación y selección de profesores, a la motivación de estos profesionales (y en el último lustro, el «refuerzo» que han recibido los profesionales de la educación es deprimente y totalmente desmotivador). En suma, el rendimiento (versus fracaso) está justificado en el modelo estructural que se tiene. Tampoco vale decir que todo «lo anterior» aún era o funcionaba peor.
1. «La Educación se centraliza y los centros pierden autonomía».
Los estudios del sistema educativo a finales de los años 80 (previos a la LOGSE), decían que los centros eran «una anarquía organizada» y hoy se podría sostener buena parte de esta afirmación.
En buena parte de los centros nunca se hizo un proyecto educativo ni curricular propio, asumido y desarrollado por el claustro, quedando las propuestas fuertemente influidos por los materiales aportados por las propias editoriales de textos (aunque sí han existido tales documentos en el centro, porque así lo exigía la normativa, las más de las veces eran documentos burocráticos).
Sin duda, la LOMCE dota de un mayor control sobre el currículo y el proceso de enseñanza de forma centralista. No cabe duda que de forma visible o encubierta, esto en buena parte es para frenar la deriva nacionalista (aunque también se puede aplicar a comunidades con gobiernos no nacionalistas), y para preservar que cualquier alumno, estudie donde estudie tenga todas y las mismas opciones, cosa que ahora no ocurre.
En lo relacionado con las pruebas de evaluación externa, se pueden poner muchos elementos a favor y en contra, pero la realidad es que para investigar/analizar el evaluador tiene que ser objetivo, y no introducir sesgos a su conveniencia (y cuando uno se evalúa a sí mismo y a su labor, no es muy probable que se sea objetivo).
Por lo que soy partidario de una evaluación externa al centro (que no necesariamente privada) que evalúe de forma objetiva, pero esto es más costoso en recursos humanos y económicos.
En cuanto a las evaluaciones realizadas hasta el momento no todas la comunidades han estado participando en los estudios internacionales (Estudios internacionales de evaluación realizados por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa: PISA, PIRLS, ICCS, TIMSS, TALIS, PIAAC, EECL,…) con lo que de algunas comunidades no existe un continuo de los datos para su estudio, incluso sacan conclusiones tendenciosas en función de sus intereses ya que tienen más subjetividad que objetividad.
2. «Las lenguas cooficiales pasan de ser asignaturas troncales a opcionales»
En algún momento se ha dicho «qué el Ministerio de Educación establecerá qué materias ocupan hasta el 50% del horario. No es ese el único control que ejerce sobre el currículo. También se encarga, por ejemplo, de los criterios de evaluación de las materias específicas. Mientras, quedan fuera de las reválidas las lenguas cooficiales, lo que demuestra la importancia que les otorga».
Parece ser que más que rechazo a lo que acontecía hasta el momento, lo que se pretende hacer es que todos se enfrenten con las mismas opciones y que no exista diferencias entre cualquier alumno, esté estudiando en cualquier comunidad sin diferencias. De igual manera, no se quiere incluir los idiomas de comunidades autonómicas para que estos alumnos no sufran diferencias con los que sólo son o estudian como castellano parlantes.
Ahora bien, y como se dice en El Quijote: «Largo me la fiais Sancho», si esperan que lo admitan los nacionalistas por las buenas lo tienen claro. Obviamente, si se buscase el equilibrio y el desarrollo lingüístico integral se posibilitaría que todos los ciudadanos de España accediesen al castellano/español, más inglés, más el idioma autonómico aquellos que lo quieran (catalán, euskera, gallego, valenciano, en forma equiparable con el idioma oficial del estado).
Pero esto para los nacionalistas supondría el fin del actual sistema de inmersión lingüística y esto no pasa, ni serviría para sus objetivos independentistas.
3. «Los centros que no cumplan con el rendimiento académico exigido serán penalizados».
Mi pregunta sería: ¿Cómo se hará?. Si es con el presupuesto anual sería perjudicial más para los alumnos que para los profesores.
Si es en el sueldo del profesorado, es probable que entonces aumenten los aprobados pero no el nivel educativo (ya existe alguna comunidad que «ha gratificado» por el «rendimiento» (aprobados) de sus alumnos, lo cual se ha dado a la picaresca.
En cuanto a la calidad se puede valorar a posteriori, no a priori. Al igual que la LOGSE ha tenido dos décadas de implantación y desarrollo, cualquier nueva ley debe disponer de un tiempo similar.
Personalmente participé en los planes experimentales de la Reforma a finales de los 80, y en aquel momento nadie se cuestionaba que se necesitaba un cambio, que hubo en torno a 192 centros experimentales que aportaron las conclusiones de sus investigaciones e innovaciones, en suma que se posibilitó su preparación e implantación.
De lo que nadie habla (al menos de forma clara) es que todos los proyectos educativos de cualquier país requieren de un período en torno a 25 años para valorar su eficacia/calidad educativa.
Que hacía los 10 años de su implantación se suelen requerir ajustes y que en el último tercio de este período se suele tener que empezar a generar un nuevo modelo, bien por los cambios sociales, bien por los avances realizados, o por otras muchas razones. Hay que tener muy claro que los profesores requieren una estabilidad formativa y normativa que les indique cuáles son las metas y objetivos, y qué estos no estén en continuo cambio. Hay que garantizar que cuando un alumno cambia de Comunidad no le suponga casi como cambiar de país por las diferencias curriculares e incluso por las lenguas vehiculares, tal como está ocurriendo en el momento actual.
4. Concertada & pública. ¿Existen privilegios de una modalidad frente a la otra?
De entrada diré, que la concertada es necesaria pues el Estado no es capaz de garantizar y mantener que toda la oferta pueda ser pública, por lo tanto, existe un principio de utilidad.
En cuanto al papel que están jugando la CEAPA y la CONCAPA, mi opinión es que cada una sesga la opinión hacía sus intereses, les falta objetividad. Creo que es posible la coexistencia de centros públicos y concertados, ahora bien, lo que no debe existir es privilegios.
El reto para la pública debería ser el de ofrecer una enseñanza de calidad, donde no se le esté en constante cuestionamiento.
En mi opinión no se tiene el mismo tipo de alumnado, ya que existe un mayor porcentaje de alumnado con necesidades educativas, de alumnado inmigrante, de alumnado de zonas rurales, de alumnado de zonas socio-culturales deprimidas en la enseñanza pública que en la concertada, con lo que no se pueden comparar de forma lineal los resultados de las evaluaciones. Me consta que estos datos los tienen las administraciones educativas pero nunca se han querido hacer públicos por la «polvareda» que supondría su análisis.
Si la pública quiere competir en la matrícula con la concertada debe ofrecer mejor imagen, mayor implicación de sus profesionales. La gran ventaja de la concertada es que muestra «orden, organización, coordinación, etc.»; mientras que la pública puede parecer más anárquica.
En la concertada existe una «línea de trabajo» priorizada e implementada por la «empresa» que lo gerencia, y suele saberla «vender» mucho mejor que la pública. Existe una mayor continuidad y estabilidad en sus «trabajadores», o sea, existe estabilidad en el puesto de trabajo; mientras que la pública tiene una movilidad constante, lo cual muchas veces impide una continuidad en un programa.
De forma global, la formación de los profesionales de la pública tiene muchos más doctores, catedráticos,… en sus filas que la concertada, en suma, tiene plantillas más cualificadas. Incluso, un porcentaje de estos profesores son simultáneamente profesores de la Universidad.
5. «Las AMPAS pierden el papel relevante que han tenido». ¿Cuál es/será el papel de las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos, de los alumnos,… en el Consejo Escolar?.
Se suele decir que «ven reducido su poder». Realmente el «poder» ha estado siempre en manos del profesorado, ya que si el claustro está unido, y sus representantes votan de forma uniforme, siempre tienen mayoría absoluta en cualquier decisión/votación.
Por ejemplo, la elección de equipo directivo, siempre ha sido un tema problemático, no hay modelo que haya funcionado adecuadamente, de hecho en las últimas tres décadas un porcentaje alto de los directores han sido nombrado a dedo por las administraciones educativas, ya que casi nadie quería ser. Nada más hay que ver el porcentaje de proyectos de dirección que se presentaban. Este problema de liderazgo no se suele dar en la concertada. Hay una línea que el profesorado necesariamente tiene que asumir y dar cuentas de lo que hace.
6. ¿Cuál es/será el papel y los intereses de los Sindicatos?.
Aquí más que aportaciones en profundidad, lo que sí diría es que valoren sus aportaciones a la enseñanza, que valoren la opinión que suscitan en los profesionales de la enseñanza, que valoren los porcentajes de afiliados.
Creo deberían revisárselo y verían por qué han llegado a la situación actual (general, y de forma específica en la enseñanza), incluso que valoren el porcentaje de sindicados o no afiliados que hacen huelga cuando se les convoca.
En cuanto al sindicato de estudiantes se manifiesta contra todo lo que se «mueve». Bastaría con responder a las siguientes preguntas: ¿qué han aportado en los últimos 20 años?, ¿qué estudios tienen, hacen o han hecho durante su trabajo sindical sus líderes?. Casi siempre presentan los «mejores expedientes de estudios», dicho con un tanto de ironía.
7. La asignatura de Religión, en sustitución de la asignatura Educación para la Ciudadanía.
No debería ser «en sustitución de», sino que exista la religión y el que quiera reciba esas enseñanzas y el que no quiera no (bastaría con ponerla en una banda horaria en la que los alumnos puedan recibir estas enseñanzas sin crear problemas de horarios o de atención a alumnos que no la elijan.
De igual manera debería existir una «educación cívica, social, ética ,…» que se llame como se quiera pero que no lleve implicación moral, política o religiosa. Y esta materia curricular debería ser para todos, ya que se supone que estamos educando ciudadanos. Quizás la solución fuese que existiese un temario europeo que fijase los contenidos de forma ecléctica y que no se pueda sesgar según las tendencias o intereses de cada gobierno, puesto que fue Europa quien suscito la necesidad de esta materia.
8. ¿Cuál es la situación del profesorado?
Es plausible que las medidas tomadas en los últimos tiempos hayan repercutido sobre el profesorado, hayan disparado la desmotivación y es poco factible implementar algo (LOMCE) sobre lo que no estás motivado.
Se hace necesario el desarrollo de una carrera docente que implique una necesidad de formación continua y de crecimiento profesional (que la percepción de sexenios no ha conseguido hasta ahora).
En cuanto a la potenciación de las materias instrumentales básicas, como la lengua, las matemáticas o las ciencias, se hace necesario cambiar el modelo de formación de profesores pues sus programas suelen carecer de modelos avalados para el conocimiento de los procesos de enseñanza-aprendizaje, o sea, «cómo debo enseñar yo -profesor- y cómo debe y puede aprender el alumno».
Suelen carecer de experiencia realista para el desarrollo de las competencias básicas, o lo que se venía llamando como «estrategias, habilidades, destrezas,…».
O dígase cómo adquirir/enseñar/guiar para la adquisición de las competencias básicas en cada área pero de forma más específica en lenguaje y en matemáticas al menos en la enseñanza primaria, o lo que es lo mismo dotar de «ciencia» a los procesos de enseñanza-aprendizaje.
En cuanto a la investigación de los profesores no universitarios, muy poco han hecho las diferentes administraciones para potenciarlas. Y no digamos de la investigación en la universidad donde muchas investigaciones se han hecho para potenciar el currículum vitae del realizador -para luego someterse a evaluación de la ANECA-, y muy pocas han repercutido en los ciudadanos que con sus impuestos las financiaban.
Mírese en el ámbito educativo que materiales se disponen cuya elaboración proceda de trabajos de investigación financiados a través de las universidades. La cuestión a reflexionar sería: ¿para qué y para quién se han hecho estas investigaciones?, ¿qué «beneficio han aportado y qué coste han tenido?, en suma, valorar la rentabilidad para el sistema y para el educando y educador.
Por último, también procedería hacer una reflexión sobre la elección de asesores y cargos de confianza que se hacen de forma habitual en el sistema educativo por el gobierno existente en cada momento. Mi experiencia es que las más de las veces se hace por afinidad política más que por la capacitación o cualificación técnica y profesional, no optimizando el recurso que dispone en sus plantillas mediante la elección de técnicos o expertos que si tienen entre las plantillas de sus funcionarios (independientemente de su adscripción política, los funcionarios deberían desarrollar aquellos programas que se les encomienda y para los que se les supone cualificados).
Valga por ejemplo, la deriva que se ha seguido con los orientadores cuyo rol se ha ido distorsionando en función de intereses del gobernante más que de necesidades o demandas del sistema.
Como dice el refrán, «de aquellos polvos vienen estos …..». Ah, y por cierto, rara vez se suele oír a ninguno de los estamentos nombrados en este artículo decir cómo y de dónde se financiaría todo lo que piden, así cómo se debe o puede pagar la factura que todos los gobiernos -y cuando digo todos es todos- han dejado pendiente.
El problema viene cuando se quiere integrar lo académico con lo político y lo social, y se introducen sesgos interesados por motivos ideológicos.
ALGUNAS PROPUESTAS PARA LA MEJORA Y LA CALIDAD EDUCATIVA
- 1. Crear leyes orgánicas básicas aplicables en todo el Estado Español, con contenidos comunes pudiendo ser complementados sus temarios pero no eliminando contenidos. Y cuya duración sea de al menos 25 años, aunque requiera ajustes y que no esté limitada al partido gobernante en cada legislatura. Esto requiere un consenso estatal. En suma, dotar de ESTABILIDAD y CONTINUIDAD al sistema educativo por encima del partido gobernante en cada momento.
- 2. Potenciar la CARRERA DOCENTE O CARRERA PROFESIONAL, regulando la formación inicial con un sistema de calidad, y controlando esa calidad para la incorporación a la función docente. Desarrollar planes de formación continuada a lo largo de la carrera profesional. Definir las Competencias profesionales y respeto de sus roles y horarios.
- 3. Potenciar la FORMACIÓN DE EQUIPOS DIRECTIVOS COMPETENTES, ya que son básicos para una calidad educativa. Potenciar y primar la función directiva integral de todo el equipo directivo no sólo del director/ª.
- 4. Regular la adscripción del profesorado a los cursos y grupos, por su capacitación y no por sus intereses personales o antigüedad.
- 5. Dar ESTABILIDAD/CONTINUIDAD A LAS PLANTILLAS (reduciendo el número de interinos, propietarios profesionales), y cubriendo las vacantes en cada centro de forma inmediata.
- 6. Potenciar y gratificar la INVESTIGACIÓN DE CALIDAD DE LOS PROPIOS DOCENTES. Difundir sus investigaciones. Repercutirlo en su carrera profesional.
- 7. Definir de forma clara los roles de los servicios de apoyo (orientadores, profesores de audición y lenguaje, profesores de pedagogía terapéutica, auxiliares técnicos, trabajadores/educadores sociales,….) no dejándolo a la libre interpretación de los equipos directivos.
- 8. Regular de forma clara la titulación del alumnado junto a la promoción o repetición de curso, no dejándolo a la libre decisión personal, implementando el control de la inspección educativa (que debería ser más técnica y estar menos politizada).
- 9. Regular la adscripción del alumnado inmigrante con criterios objetivos y con adecuada distribución entre los centros sostenidos con fondos públicos.
- 10. Proporcionar un sistema de acceso a la universidad, que no sea sólo en función de una puntuación que las más de las veces rompe vocaciones. Junto a la igualdad de acceso para todos los ciudadanos ya que los castellano parlantes difícilmente tienen acceso a universidades de comunidades autónomas con lengua propia y si al revés.
- 11. Potenciar unos SERVICIOS DE INSPECCIÓN EDUCATIVA PROFESIONALES, CAPACITADOS Y TÉCNICOS, que actúen independientemente de los gobernantes que les toque en cada caso. Así mismo, que se seleccionen coordinadores/asesores de los ministerios, de las consejerías, de las delegaciones provinciales por su capacitación profesional y no como ocurre en la mayoría de los casos por adscripción o afinidad política al partido gobernante.
En suma ¿Cabe plantearse que todo esto ha sido un desastre? NI MUCHO MENOS, se ha trabajado con cierto nivel de calidad pero mejorable si queremos compararnos con los países de la OCDE.
«SIEMPRE TODO ES MEJORABLE.
LOS PROFESORES SUELEN TRABAJAR LO MEJOR QUE SABEN, PUEDEN Y LES DEJAN».
Pero… ¡SE NECESITA UNA REGENERACIÓN ÉTICA, MORAL Y ESTÉTICA!
PIDO UN CASI IMPOSIBLE, y tal como dijo el Consejo de Estado, que sugirió la conveniencia de llegar a un ACUERDO GENERAL entre las fuerzas políticas y sociales para lograr un texto legal que dé ESTABILIDAD AL SISTEMA EDUCATIVO.
«¡Señores políticos, …..
PÓNGANSE DE ACUERDO Y DEN «ESTABILIDAD» AL SISTEMA EDUCATIVO¡».
NOTA.- José Luis Galve Manzano
Dr. en Psicología. Catedrático de Psicología y Pedagogía de E.S. Orientador. Maestro. Coordinador de CIDEAS. Colectivo para la Investigación y Desarrollos Educativos Aplicados.