Cartas al Director

Mi verdad como becario en la Universidad

Las becas, las notas, el ministro y los debates televisivos

Mi verdad como becario en la Universidad
Estudiante, examen, escuela. EP

Buenas tardes señor Rojo,

Me llamo J.D.M.A.J. y soy estudiante del Doble Grado en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Málaga. Estudio la carrera gracias a que tengo beca del Ministerio.

Obtuve una nota de 12,587 en Selectividad hace un año. Mi sueño desde siempre había sido estudiar en alguna de las universidades, llamémoslas, TOP de España (Carlos III, Pompeu Fabra…), a las que, por supuesto, no he podido acceder.

Y no se crea usted que ha sido por un tema de nota (entraría de sobra en ambas), sino por un tema económico. La beca que me darían si fuera a estudiar a Madrid sería de unos 5000 euros.

La residencia de la Carlos III en el campus de Getafe (por ponerle un ejemplo) vale 700 euros al mes (las que no son de la Universidad, por supuesto, son mucho más caras). Gastos escolares aparte. Por supuesto, no puedo permitirme pagar más de 7000 al año, ya que mi padre no llega a mileurista (es PYME) y mi madre cobra 200 euros al mes de la ayuda de 400 euros (ya que trabajaba a media jornada), con una hipoteca.

Y ya habiéndole oído en varios programas que me gusta ver (Al Rojo Vivo, La Sexta Noche…) hablando sobre educación, quería hacerle algunos comentarios:

Primero, la cuantía de las becas es insuficiente: una persona de familia humilde, como es mi caso, no puede permitirse ir a una universidad «de las buenas» porque vivir allí es muy caro, quedando relegado a universidades provincianas con programas arcaicos y con bajo nivel. Sin embargo sí es cierto que con los 2985 euros de beca que he recibido este año, sí me da para vivir en Málaga (algo más, pero puedo permitírmelo).

Segundo, la administración es incompetente a la hora de la concesión de becas: el curso empieza en septiembre, y la beca la empiezan a ingresar en enero, habiendo gente que la recibe en marzo. Una persona que necesita la beca no puede permitirse estar seis meses esperando a que le ingresen la beca.

Usted podría decir «se puede ir con el certificado de beca a un banco a que se le haga un descuento de la beca, aunque se pague una cantidad de intereses», pero esto no es así, ya que no te confirman que te conceden la beca hasta enero-febrero e incluso marzo (habiendo exigido las universidades el pago de las matrículas ya, y teniendo que llegar a acuerdos las asociaciones de estudiantes con las universidades para que se prorrogue la espera a ver si se le da la beca).

Tercero, quizás la exigencia de notas sea excesiva: le pongo un ejemplo. A una persona que estudie una ingeniería, le vale aprobar el 65% (y un mínimo de 6 de media) de las asignaturas para que le concedan beca. A una persona que estudie matemáticas, se le exige el 80% (y un mínimo de 6’5). Esto no tiene ningún sentido, ya que la dificultad de las ingenierías son las matemáticas, por lo que su dificultad es similar. Para las de ciencias sociales, no voy a quejarme.

Usted suele dar un argumento, y es que es vergonzoso que haya estudiantes que repiten muchas asignaturas una y otra vez. Y yo estoy absolutamente de acuerdo con esto, ya que qué clase de profesionales vamos a tener si son unos estudiantes tan malos.

Pero la no concesión de becas no soluciona este problema. Lo que se consigue así, es que los estudiantes mediocres sin recursos no tienen posibilidades de obtener la carrera, mientras que los mediocres que sí tienen recursos económicos sí lo pueden hacer, ya que sus padres no tienen problema en poner los billetes sobre la mesa.

Por tanto ese argumento crea clasismo y va en contra de la igualdad de oportunidades. Yo estoy en contra de que haya inútiles estudiando en la universidad, pero usted sólo está en contra de los inútiles que no tienen dinero, ya que ninguna de las cosas que propone va contra los inútiles ricos cuyos padres no tienen problemas para pagarle los estudios.

La universidad debe ser de élite, pero de élite intelectual, no de élite económica.

Y de esto no se habla. Sólo veo a «expertos» de izquierdas (como es el caso del señor Pablo Iglesias) que hunden la universidad buscando la mediocridad, y «expertos» de derechas cuyo objetivo es impedir que el mediocre sin rescursos vaya a la universidad, mientras que el hijo del rico no pasa nada si no aprueba, porque papá pone pasta. Esto no fomenta una cultura del esfuerzo.

No conozco su pasado ni sus bases, pero les puedo asegurar que las mías no son nada fáciles, y que la gente acomodada no puede ni hacerse una remota idea de lo complicada que puede ser la situación para una persona de clase baja, y que a muchos nos hierve la sangre ver cómo se tratan en programas de televisión cosas que a nosotros nos toca de lleno y a ustedes no.

No sé si usted leerá este correo, realmente espero que sí, ni por supuesto si me fuera a responder (cosa que me encantaría). En el caso de que le haya parecido interesante por cualquier motivo y piense pasárselo a alguien o publicarlo en algún lugar, le doy mi permiso siempre y cuando no publique mi nombre (sí las siglas, si quiere) ni mi nota de selectividad y que el texto aparezca lo más íntegramente posible, sin que haya recortes del mismo que den a entender algo contrario a lo que expongo en la versión completa.

Reciba un cordial saludo,

J.D.M.A.J.

NOTA DEL DIRECTOR

Javier:
  antes de nada, mis más sinceras disculpas si algo de lo que he dicho en el fragor de la discusión, puede haber resultado ofensivo para ti.

Yo también creo que la cuantía de las becas es, en muchos casos, insuficiente, pero cada país -como cada sociedad, familia o persona- vive de acuerdo con sus posibilidades.

No se puede tener un estado cuajado de polideportivos de lujo, piscinas olímpicas municipales, parlamentos autonómicos a granel, asesores de todo pelaje y condición, centros cívicos de fantasía, palacios de la música de ensueño, estaciones de tren de diseño, ferrocarriles siderales, 50 canales de televisiones públicas, 45 aeropuertos internacionales, 230 campus universitarios diferentes… y además, todo lo que sería recomendable en el terreno de la educación, la investigación, la seguridad o el arte.

Este domingo, nos hemos enterado de que el Ejérctio español va al desgüace por falta de medios económicos.

Y si hay recursos escasos, habrá que administrarlos bien. En lo que a becas se refiere, mi única tesis es que hay que primar a los que aúnan necesidad económica con nivel académico. Solo eso.

Un abrazo

Alfonso Rojo

 

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