Jamás llegaremos a ser como Silicon Valley por varias razones: no tenemos su mismo sistema, ni sus subvenciones, ni tampoco su sistema educativo
¿Cuántas veces has escuchado que emprender puede ser la solución a tu inestabilidad laboral?
¿Y cuantas que hay que cambiar en España el modelo económico o volcar recusos en I+D?
Frases como «es hora de cumplir tus sueños…» o «si tienes una idea, adelante», que se repiten a todas horas en los medios de comunicación, son engañosas, ignoran la realidad española y no hacen más que solemnizar verdades a medias.
Lanzarte a emprender no es una tarea exenta de peligros y, para ser sinceros: hay serias probabilidades de que acabes fracasando.
«Por cada diez mil buenas ideas de negocio se crean mil empresas, de las cuales cien llegan a ser evaluadas en capital riesgo y tan solo dos lograrán salir a bolsa y, por lo tanto, tener cierto liderazgo».
La frase, extraída del libro ‘Nunca te fíes de un economista que no dude’ (Editorial Deusto), da buena cuenta de los riesgos que el sueño de emprender conlleva.
En materia económica, a menudo se aseveren ‘verdades‘ que podrían no llegar nunca a materializarse.
Para ser serios y no caer en la melancolía, sería conveniente poner en cuarentena muchas de las ‘obviedades‘ que se sueltan como bombas en tertulias televisivas, columnas de opinión y hasta sesudos libros académicos.
Como subraya Inma Zamora en ‘ABC‘, es habitual escuchar, por ejemplo, que España puede y debería convertirse en una suerte de Silicon Valley.
Pues bien, jamás llegaremos a ser como Silicon Valley por varias razones.
España tiene cosas con las que EEUU no cuenta y, posiblemente, no contará nunca, como nuestro sistema sanitario, pero no tenemos el mismo sistema que EEUU, ni sus subvenciones, ni tampoco su sistema educativo.Si Mark Zuckerberg hubiera sido español… ¿Habría surgido y triunfado en España un proyecto como Facebook?
Probablemente no, sobre todo por la financiación, determinada. En España, a diferencia de EEUU, el análisis de créditos está más estandarizado y se desarrolla en base a criterios distintos.
Nuestro sistema bancario no habría mostrado, posiblemente, interés en una idea con escasas probabilidades de éxito, como fue Facebook en su día.
