Nunca vi belleza en una multitud hasta el día de hoy. Hoy, a día 8 de octubre de 2017, por primera vez en la historia de España de los últimos siglos, ningún «progresista» podrá acusar a un gentío prohispánico de cerril, tiránico, carlista, monárquico, dictatorial , conservador o franquista. Por primera vez es la historia de España la que habla, sin complejos ni disimulos, libre, espontánea e imperecedera. La España inmortal que nace de lo mejor de un pueblo irrepetible. Hoy, tras siglos de injustos oprobios y calumnias, la leyenda negra ha muerto. Ha salido a la luz lo que un pueblo puede soportar, y cómo se rebela sin ánimos vengativos, soslayando las heridas con sonrisas. Con esa paciencia hispánica frente a los caciques y frente a aquellos rencorosos que por desconocerla inventan odios contra ella. Extranjeros del mundo que enviasteis a España, por primera vez tendréis motivos para ello, pues Hispania hoy despierta. Por primera vez el pueblo español se ha puesto patas arriba y ha mostrado todo aquello que le han obligado a esconder. Pues no hay multitud más bella que un gentío español sonriendo juntos al enemigo.
Hoy, en el sitio menos posible, ocurrió el milagro. Hoy, en el corazón de la Barcelona más progresista, vi que hay una esperanza y que España no ha muerto. Escuchad vosotros, los que envenenáis a mi pueblo lentamente, los rencorosos que usáis a Marx como excusa para destruirla, apuntad vuestro veneno hacia arriba, hacia las clases que custodian el dinero y que en el fondo añoráis, pero alejaos del pueblo español que jamás fue una clase o un proletariado, sino una raza curtida en una paciencia inmemorial, llena de conquistas y aguantes, de fuerza y valor, a cuya ristra de tragedias sin fin antepone el brillo de su sonrisa.
España no es roja ni azul, no es de nadie que quiera salvarla con la excusa de Dios o del marxismo. España es la manera que tiene el infinito de expresarse a través de una multitud.
