También posverdad o aporofobia en el diccionario digital de la RAE

La RAE admite nuevas palabras: postureo, mariposear, acoso escolar, clic, humus, buenismo…

La Academia introduce y revisa más de 3.000 términos en la edición digital de su ‘Diccionario de la Lengua Española’

La RAE admite nuevas palabras: postureo, mariposear, acoso escolar, clic, humus, buenismo...
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También se suma jueza, al modificarse oficios que solo aparecían en masculino

El Diccionario 23.1, recién volcado en la red, es, de hecho, una nueva edición. Pero digital. Lo que Darío Villanueva, director de la Real Academia Española (RAE) y Paz Battaner, responsable de la coordinación del mismo, presentaron este miércoles en la sede de la institución es el nuevo Diccionario de la Lengua Española. Contiene 3.350 nuevos términos, enmiendas y modificaciones.

Buenismo, postureo, posverdad y aporofobia (fobia a las personas pobres o desfavorecidas) son algunas de las nuevas palabras incluidas desde este miércoles en el Diccionario en red de la Real Academia Española, según han anunciado el director de la institución, Darío Villanueva, y la directora del texto, Paz Bataner.

El Diccionario ha incorporado 3.345 modificaciones entre nuevas palabras (adiciones de artículos), definiciones (adiciones de acepciones), matizaciones en las definiciones (enmiendas de acepción de forma compleja) y supresiones de vocablos que ya no se utilizan.

Entre estos cambios se encuentra también la matización de que «sexo débil» se trata de una expresión «despectiva o discriminatoria», como ya anunció que haría el pasado mes de marzo.

Entre las novedades, la RAE recoge las siguientes definiciones: buenismo como «actitud de quien ante los conflictos rebaja su gravedad, cede con benevolencia o actúa con excesiva tolerancia», posverdad como «distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales», o postureo como «actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción».

Un Diccionario «lo más igualitario posible»

En el Diccionario, se añaden términos como vallenato, se ha revisado la denominación de «oficios» que solo estaban en género masculino, como «jueza», que se recogía hasta ahora como «mujer de juez», o «embajadora», como «mujer de embajador».

Preguntado sobre si se trata de la versión «más igualitaria» del diccionario, Villanueva ha apuntado que la Academia «está en ello», pero «nunca hará un diccionario políticamente correcto».

Sobre la inclusión de «heteropatriarcado», ha señalado que no está descartada para próximas ediciones y sigue en estudio, pero «la documentación actual sobre la palabra aconseja esperar».

También se han registrado supresiones de cerca de 20 términos que estaba en desuso y que la propia directora del texto ha resaltado que «apenas tienen importancia». A modo de ejemplo, la palabra inceptor, aquella persona que «comienza o inicia algo».

Españolismos: Un notas o un bocas

El diccionario digital recogerá también nuevas palabras relacionadas con la gastronomía (halal, kosher o hummus) o los animales (especismo, para hablar de la «discriminación» de animales, a la espera de la llegada de «animalista», que según Battaner ya está en estudio. La expresión al habla cuando se coge el teléfono es otra de las novedades, así como la inclusión de clicar y pinchar (aunque la RAE prefiere el uso del primer verbo).

Por un lado, Paz Battaner ha señalado que el nuevo diccionario incluye marcas de ‘españolismos’ para dejar claro que son expresiones usadas solo en España. Ejemplo de esto sería la expresión un notas o un bocas.

Mientras, habrá también americanismos concretos, como en el caso de deportivo para hablar de un pabellón o ñoña, una forma de tratamiento rural.

La «invasión» de los anglicismos

El director de la RAE, Darío Villanueva, ha hecho un aparte para resaltar la «invasión» de anglicismos como afterwork, deadline o save the date, que «entran incluso en organismos oficiales» y ha asegurado que se trata de un tema «muy serio».

«Se da en programas de televisión o películas, pero también en otros campos como la publicidad y en numerosos comercios. No estamos cerrados a la incorporación de extranjerismos ni censuramos, pero sí nos preocupa la reiteración excesiva e innecesaria, como si por usar el inglés tuviera más empaque».

La última actualización del diccionario en papel se dio en octubre de 2014 y esta 23 edición llegó tras trece años de espera respecto a la anterior. Villanueva ha adelantado que habrá otra edición, si bien queda todavía «una enorme tarea».

«Hubo trece años de distancia con la anterior actualización y ahora han pasado solo tres años. Ya tenemos la planta o el modelo para llevarlo a cabo, que será el digital, pero está claro que la academia no es ‘libricida’: habrá versión en papel, pero ahora primero hay edición en digital».

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