Como decía el gran Aristóteles «el ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona». Lo que no dijo el filósofo griego es eso de que la equidad consiste «en dar a cada uno lo suyo«, como con tanta osadía como ignornacia le atribuyó Isabel Celaá, este 26 de septiembre de 2018 y ante todo el Congreso de los Diputados.
Ha ocurrido durante la sesión de control al Gobierno y ni se ha ruborizado la ministra de Educación y portavoz de Pedro Sánchez (Carlos Herrera sin piedad contra Delgado: «Si lo de maricón lo hubiera dicho Cospedal, las feminoides le montan una intifada en Chueca»).
Todo ha comenzado cuando la diputada del PP María del Carmen Guinda ha preguntado a la atolondrada ministra cómo piensa garantizar el Gobierno la igualdad de oportunidades en el sistema educativo español (La ‘feminista’ ministra Dolores Delgado, en la picota: «Marlaska es maricón»).
Con una caradura que espanta y en lugar de responder, Isabel Celaá ha puesto cara estreñiada y ha soltado: «La equidad en la educación consiste en dar a cada uno lo suyo, como decía Aristóteles».
La frase, como se comenta con gran cachondeo por las redes sociales, no es del filósofo griego, sino del romano Ulpiano, quien en el siglo III de nuestra era decía que «la justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su propio derecho».
Isabel Celaá es la misma ministra que el pasado 14 de agosto soltó en los pasillos del Congreso y ante un nutrido grupo de periodistas que las 400 bombas que ha vendido a Arabia Saudí «son láser de alta precisión y si son de alta precisión no se van a equivocar matando yemenís».
¡Virgen Santa… qué tropa!
