La amistad es una relación afectiva y voluntaria entre dos o más personas basada en el cariño, la confianza, el respeto y el apoyo mutuo.
Es una conexión profunda que va más allá de simples conocidos y se caracteriza por la lealtad, la reciprocidad y el compañerismo.
A lo largo de la Historia, ha habido casos míticos de amistades que han dejado una huella perdurable.
A continuación, te presento algunos ejemplos destacados:
- David y Jonatán: La amistad entre David y Jonatán es descrita en la Biblia. A pesar de la rivalidad entre sus respectivas familias y de los desafíos que enfrentaron, mantuvieron una amistad sólida y leal. Jonatán apoyó a David durante su exilio y protegió su vida, mostrando una amistad inquebrantable.
- Damon y Pitias: En la antigua Grecia, Damon y Pitias fueron dos amigos inseparables. Cuando Pitias fue condenado a muerte, Damon se ofreció como garantía, asumiendo su lugar mientras Pitias se despedía de su familia. Su confianza y devoción mutua impresionaron tanto al tirano Dionisio I de Siracusa que los perdonó y les concedió la libertad.
- Gilgamesh y Enkidu: En la épica de Gilgamesh, un antiguo poema de Mesopotamia, se narra la amistad entre el rey Gilgamesh y Enkidu, un hombre salvaje creado por los dioses. A pesar de su origen y personalidades diferentes, se convirtieron en compañeros inseparables y se apoyaron en numerosas aventuras, enfrentando juntos desafíos y descubriendo la sabiduría.
- Horacio y Curiacio: Según la leyenda romana, Horacio y Curiacio eran tres hermanos, dos de los cuales, Horacio y Curiacio, representaban a Roma y Alba Longa en un conflicto armado. A pesar de sus deberes hacia sus respectivas ciudades, su amistad superó las lealtades políticas y se mantuvieron unidos incluso en el campo de batalla.
A PARTIR DE LOS TREINTA
Un estudio de la Universidad Aalto en Finlandia y de la Universidad de Oxford en el Reino Unido revela que es a la edad de los 25 años cuando se llega al máximo número de conexiones sociales.
Los investigadores, que han analizado los datos de 3 millones de usuarios de teléfono móvil de varios países europeos -para identificar sus patrones de comportamiento en las llamadas (frecuencia y duración) y en las redes sociales-, explican que los jóvenes no paran de hacer amistades hasta esa edad, pero que luego las empiezan a perder rápidamente.
Las mujeres, según la investigación, suelen perderlas más rápidamente que los hombres, pero pasados los años, hacia los cuarenta, ellos acaban con un total de amistades menor que el de ellas.
Estos investigadores creen que las mujeres invierten más esfuerzos antes que ellos para encontrar o mantener las amistades que responden al ideal de «mejor amiga o amigo».
Una vez creen que las han encontrado, invierten más tiempo a nutrir estas relaciones y pierden otras menos valiosas para ellas.
Para el profesor de psicología de la UOC Adrián Montesano, otro factor que puede desencadenar este fenómeno es que alrededor de la treintena las personas ya tienen sus intereses vitales más definidos, y muchas veces el «grupo de iguales» de la adolescencia y de la primera juventud deja de ser una referencia fundamental para construir la propia identidad.