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Corazon: 10 consejos para mantenerte en forma y ahorrarte sustos

Corazon: 10 consejos para mantenerte en forma y ahorrarte sustos
Un corazón sano y los riesgos cardiovasculares. PD

Seguro que te preocupa, como a todo el mundo y no es tan complicado.

Según todos los expertos, seguir hábitos de vida saludables prevendría el 80% de los infartos.

El primer paso para cuidar tu corazón es prevenir los factores de riesgo cardiovascular.

Es decir, aquellas características biológicas y costumbres que aumentan las probabilidades de que aparezca una enfermedad cardiovascular.

Si tienes un estilo de vida sedentario, dieta rica en sodio y eres fumador, realiza un chequeo a tu presión arterial, ya que la hipertensión es una enfermedad silenciosa, pero de consecuencias invalidantes, causando problemas al corazón y riñones.

Y una vez hechos los análisis y escuchado el médico, sigue estos consejos:

  1. Duerme bien
    Un descanso nocturno correcto se asocia a una mejor salud cardiovascular. Por ejemplo, un estudio publicado en European Journal of Preventive Cardiology ha puesto de manifiesto que aquellas personas que duermen un mínimo de siete horas al día reducen hasta en un 65 % el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y hasta un 83 % el riesgo de fallecer por esa causa.
  2. Disminuir el consumo de sal y de azúcar
    Una de las recomendaciones más importantes es consumir la mínima cantidad de sal posible, ya que el abuso provoca el aumento de la presión arterial. Esto puede provocar infartos, puesto que la sal provoca la pérdida de elasticidad de las arterias haciendo que se vuelvan duras y dificultando el funcionamiento normal del corazón. El consumo exagerado de azúcar también es peligroso, ya que el organismo no está capacitado para recibir y asimilar los excesos de este producto, por lo la transforma en grasa, provocando obesidad.
  3. Ahórrate disgustos
    Cuidar tu bienestar emocional es básico para mantener una buena salud cardiaca. La tristeza, los enfados o incluso el exceso de euforia pueden desestabilizar hasta el corazón más sano. Aunque el riesgo absoluto de sufrir un infarto asociado a emociones intensas es bajo, existe.
  4. Come sano
    Un reciente trabajo dado a conocer en el New England Journal of Medicine asegura que la dieta mediterránea (predominio de frutas, verduras, pescado, carnes magras, legumbres y aceite de oliva), acompañada de frutos secos, disminuye tanto el riesgo cardiovascular como la mortalidad por alguna dolencia del corazón. Y es que el sobrepeso y la obesidad están detrás del 75 % de los infartos, según la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y de Unidades Coronarias (SEMICYUC).
  5. Pon freno al estrés
    Evitar las grasas de origen animal Las grasas son necesarias para el organismo, pero en su justa medida y eligiendo las que son saludables, como por ejemplo las de origen vegetal, las grasas que provienen de los animales deben consumirse con moderación.La leche y sus derivados —sin descremar—, las grasas saturadas que contienen los embutidos, las salsas y todas las frituras, son en general las que más enfermedades del corazón pueden provocar, por esta razón es necesario tomar conciencia sobre esto y comenzar a utilizar aquellas grasas más saludables.
  6. Ojo al colesterol
    La obstrucción de las arterias por exceso de colesterol malo (LDL) es el principal desencade­nante de ictus e infartos. Uno de los factores que lo provocan es el abuso de grasas saturadas, presentes en lácteos enteros, embutidos, bollería industrial, aperitivos salados y otros productos procesados. Por eso, el consumo de omega-3, un ácido graso insaturado que abunda en pescados azules –salmón, atún, sardinas–, y de algunos productos lácteos y suplementos nutricionales que contienen fitoesteroles son un arma eficaz contra la hipercolesterolemia.
  7. Contrólate la tensión
    Tómatela a menudo, pues la hipertensión no avisa. Modera el consumo de sal y come uvas: un reciente estudio de la Universidad de Míchigan publicado en el Journal of Nutritional Biochemistry prueba que esta fruta contrarresta los problemas cardiacos derivados de la tensión alta, al activar genes res­ponsables de los antioxidantes que protegen el miocardio.
  8. Mantente activo
    El ejercicio físico moderado, como caminar 5 km –el equivalente a una hora– al día, es una prescripción básica para mitigar el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares. Y si no dispones de ese tiempo, tampoco es excusa: un reciente artículo del Journal of the American College of Cardiology demuestra que correr solo entre cinco y diez minutos diarios reduce la mortalidad. Evita el sedentarismo y cambia el coche por la bici siempre que puedas.
  9. No fumes
    El tabaquismo causa diversos daños al organismo, entre ellos el deterioro de las arterias. Según el Aragón Workers’s Health Study, llevado a cabo en Zaragoza, el 70 % de los fumadores sufre alteraciones en los vasos sanguíneos. Además, dice la Fundación Española del Corazón, fumar reduce la concentración de oxígeno en sangre, hace que esta sea más espesa, aumenta la frecuencia cardiaca y la tensión, y afecta a los pulmones y la vejiga.
  10. Bebe con moderación
    La bebida es un arma de doble filo. Recientes estudios demuestran que la cerveza y el vino tinto en dosis moderadas –nunca más de dos vasos al día– disminuyen el riesgo de enfermedad coronaria al reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar el bueno (HDL). Pero su exceso en sangre afecta al funcionamiento de muchos órganos del cuerpo, acelera el ritmo cardiaco y altera la calidad del descanso y el sueño.

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