Aunque las películas de Hollywood, y de forma especial la protagonizada por Elizabeth Taylor en 1963, nos han metido en la mente que Cleopatra VII se quitó la vida el 12 de agosto del 30 A.C. acercando una cobra venenosa a su pecho, la realidad tangible es que no ha quedado crónica alguna en la que un testigo nos lo corrobore.
Cuentan que, derrotada en el amor y en la guerra, Cleopatra (69 a.C.-30 a.C.) confió su vida eterna a los dientes agudos de una cobra egipcia oculta en un cesto de higos.
Un relato cargado de dramatismo que una pareja de investigadores británicos pone ahora en duda ampliando el enigma que rodea a la última reina del Antiguo Egipto.
Según la literatura hasta ahora conocida, Cleopatra hizo mutis por el foro en las postrimerías de un agosto aciago.
A principios de aquel mes de estío, Marco Antonio había muerto entre sus brazos atravesado por su propia espada al dar por cierta la noticia falsa del suicidio de su esposa.
Cautiva en su palacio de Alejandría, la hija de Ptolomeo XII prefirió renunciar a la vida antes que aceptar el ocaso de la civilización faraónica y jurar obediencia a Octavio, convertido en el 27 a.C. en el primer emperador romano bajo el nombre de César Augusto.
El adiós de Cleopatra fue asistido por sus criadas Iras y Charmion.
Descartada la cobra, la experta británica Tyldesley, autora del ensayo ‘Cleopatra, la última reina de Egipto, apunta a dos posibles escenarios de suicidio:
«Pudo emplear un cuchillo, el método más sencillo y efectivo, o quizás usar el veneno extraído de las serpientes pero, en ningún caso, sería una serpiente viva».
La biografía de la soberana que se negó a gobernar una provincia romana habita aún amplias zonas de sombra pero ha sido un filón a lo largo de la historia.
Escurridiza y embaucadora. Irresistible en el trato por su «voluptuosidad infinita al hablar» y la dulzura y armonía del son de su voz, declaró Plutarco. «La edad no puede marchitarla. (…) Provoca más hambre cuanto más satisface», escribió Shakespeare.
Por obra de Elizabeth Taylor, Hollywood explotó su cliché de mujer fatal.
VÍDEO / LA COBRA SEDIENTA
Entrañables imágenes tomadas en el estado de Maharashtra, en India, muestran a una venenosa cobra bebiendo agua de un recipiente que sostiene en sus manos uno de los lugareños.
El reptil fue salvado por otro de los vecinos, quien lo encontró en un pozo seco.
A pesar de que las serpientes de esas características suelen sisear y tomar una postura defensiva cuando entran en contacto con humanos, esta serpiente sedienta no pudo resistir la tentación de beber un poco de agua en el caluroso día.
Las curiosidades más sorprendentes de la cobra:
- La Cobra Real es la serpiente venenosa más grande que existe. Pesa alrededor de 5,8 kilogramos y algunas pueden medir hasta 5,5 metros de largo.
- Tiene una memoria excelente y es capaz de distinguir a la persona que la atrapó. Luego usa ese recuerdo de esa imagen para perseguir al asesino, en venganza.
- La Cobra real se encuentra principalmente en los bosques de la India.
- La especie más pequeña de cobra es la cobra escupidora de Mozambique, en promedio mide 1 a 1,50 metros de largo.
- Pueden ser de color verde, marrón, marrón oscuro.
- La cobra india o cobra de anteojos es famosa por su capucha, que es un colgajo de piel que se puede extender cuando la serpiente se siente enojada o amenazada.
- Los encantadores de serpientes en Birmania usan cobras para entretener al público. La cobra responde bien al estímulo visual y puede ser “entrenada” para mostrar la capucha cuando se levanta de la bolsa. Los encantadores de serpientes eliminan los dientes venenosos para evitar las picaduras. Esta tradición es ilegal e inhumana para las serpientes.
- Las cobras producen gran cantidad de veneno. Con solo una mordida, pueden matar elefantes grandes o de 10 a 15 humanos adultos.
- El veneno de una cobra contiene neurotoxinas, que pueden provocar insuficiencia respiratoria y muerte en humanos. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que las cobras no atacan a los humanos sin provocación.
- Las cobras escupidoras pueden escupir su veneno con una precisión increíble. Pueden alinearse con la cabeza del depredador y entregar el veneno directamente a los ojos. El antídoto está hecho del mismo veneno.
- Las cobras comen lagartos, ranas, pájaros, mamíferos, peces y otras serpientes.
- Tienen una excelente visión nocturna y sentido del olfato, que utilizan para detectar presas. El sentido del olfato se encuentra en la lengua.
- Al igual que otras serpientes, tragan a su presa entera. Su metabolismo es muy lento, por lo que necesitan comer cada dos meses.
