Han perdido su condición de investigadores principales, sin opción a recurrir, después de tratar de subsanar problemas con la fuente y el interlineado

El ministro astronauta Pedro Duque excluye a 6 científicos de prestigio por “no usar la tipografía adecuada»

Otros dos han tenido la misma suerte por equivocarse al nombrar dos archivos pdf

El ministro astronauta Pedro Duque excluye a 6 científicos de prestigio por “no usar la tipografía adecuada"
Pedro Duque RS

Se trata de una cuestión de formas, de protocolo cuadriculado, pero el que se han dado y aceptan dentro de la comunidad científica. (Pedro Duque deja en ridículo a Susanna Griso)

Un total de seis científicos han perdido su condición de investigadores principales en la importante convocatoria del Programa Estatal de I+D+I Orientada a los Retos de la Sociedad, en la que el Estado reparte 268.198.000 euros entre miles de proyectos de investigación en un plazo de hasta cuatro años.

El motivo es no haber usado el tamaño de fuente o el interlineado adecuados en los currículos presentados a dicha convocatoria (Pedro Duque: Juez y parte de una gran mentira).

Otros dos investigadores, de dilatada trayectoria, han tenido la misma suerte por haberse equivocado al titular los archivos «pdf» de dichos currículos.

Muchos de ellos han compartido con este periódico su consternación y enfado, apenas semanas después de que el gobierno anunciase en Consejo de Ministros su Real Decreto-Ley de Medidas Urgentes en el ámbito de la ciencia, la tecnología, la innovación y la universidad, destinado a flexibilizar y mejorar el funcionamiento de los centros de investigación y las universidades, según recoge Gonzalo López Sánchez en ABC.

«Me indigna que se pueda dejar de investigar un asunto importante porque el tipo o el tamaño de letra del currículo no sea la que ha dicho el burócrata»

Eso ha dicho uno de los investigadores afectados más críticos, que ha pedido no revelar, como todos los demás, su identidad. «Me parece tercermundista. Es la prueba de que España jamás llegará a nada en ciencia».

Otros de los científicos más indignados ha añadido:

«Estoy más que harto de los proyectos españoles. ¡Todo lo que piden para darte nada!».

En su opinión, las convocatorias de los proyectos europeos comparables son también exigentes, pero allí «ponen menos problemas y te dan más cosas», ha dicho este científico.

«Aquí, prima la estupidez».

Otro de ellos, ha dicho no estar de acuerdo con los criterios empleados, aunque ha reconocido «que las instrucciones estaban claras».

Estos son tres de los seis investigadores que han sido excluidos de la categoría de investigadores principales en la convocatoria 2018 de «Proyectos de I+D de retos de investigación», del programa estatal de I+D+I orientado a los retos de la sociedad, cuyas convocatorias llevan existiendo desde 2013.

El motivo, tal como notificó la Agencia Estatal de Investigación el pasado 6 de marzo, es que el currículo normalizado que debían presentar, el CVA, «ha sido mejorado en un momento posterior a la finalización del plazo de solicitud y no cumple en tipo, tamaño de letra, márgenes y/o interlineado».

Según el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la causa de esta cautela es lograr que la convocatoria sea garantista y evitar que ciertos investigadores tengan más tiempo para mejorar sus currículos y que, por tanto, partan con ventaja a la hora de solicitar las ayudas de la convocatoria del Programa Estatal de I+D+I.

Tal como ha sabido ABC, la exclusiones se han decidido después de que varios investigadores cambiaran el tamaño de la fuente y se vieran obligados a acortar algunas líneas para lograr que el currículo cupiera en las cuatro páginas obligatorias.

Los científicos también han relatado problemas con la comunicación entre la administración, los investigadores y el personal administrativo de las propias universidades o centros de investigación, y haber sido excluidos por equivocarse al nombrar los archivos pdf de sus currículos.

Desde el ministerio se ha asegurado que estos investigadores habían recibido una notificación y que se les había indicado que tendrían un mes para recurrirla.

Sin embargo, estos investigadores no recibieron dicha notificación y que, incluso, en algunos casos los investigadores no la han conocido hasta que ABC se ha puesto en contacto con ellos.

En otros casos, los investigadores vieron cómo sus archivos desaparecían de la plataforma electrónica FAcilit@, donde deben subir su documentación para solicitar estas ayudas, o bien se enteraron gracias a sus compañeros.

Además, dicha notificación no es recurrible, tal como figura en el propio texto:

«Contra la presente notificación no cabe recurso alguno en vía administrativa».

Según el Ministerio de Ciencia, es «absolutamente imposible» que los currículos hayan sido rechazados por cambiar el tamaño de la fuente y acortarlos, «salvo error humano»:

«Si se acorta el currículo para amoldarse a lo que dice la solicitud, no se considera como mejora».

Por último, se ha resaltado que el error de nombrar el archivo pdf del currículo no es subsanable.

«Nos molesta profundamente que no haya habido una información clara por parte del Ministerio para poder subsanar el defecto de formato», ha dicho otra de las personas afectadas.

«Y nos parece bastante llamativo que te excluyan de un proyecto por el tamaño de letra y no por el contenido. En la convocatoria te exigen aportaciones, sexenios y publicaciones, y te excluyen porque te sales de los márgenes. ¿Qué se está valorando ahí? ¿La calidad científica del investigador o si usa letra de tamaño 12 ó 14?».

La convocatoria 2018 de «Proyectos de I+D de retos de investigación se caracteriza, tal como figura en el BOE, por su interés por estimular la I+D+I interdisciplinar, la aplicación empresarial y «reforzar la capacidad de liderazgo internacional del Sistema Español de Ciencia».

Y de hacerlo tratando de resolver «retos» como la salud, el bienestar, el transporte inteligente, la acción sobre el cambio climático, la economía y la sociedad digital o los cambios e innovaciones sociales.

Pero, aparte de estos criterios científicos y sociales, la convocatoria de estos proyectos, en su artículo 16, establece la obligación de que los investigadores remitan, vía aplicación electrónica, una memoria científico-técnica de su proyecto y un currículo abreviado (CVA) en un formato normalizado:

«El CVA se presentará en inglés (recomendado) o español, con letra Times New Roman o Arial de un tamaño mínimo de 11 puntos; márgenes laterales de 2,5 cm; márgenes superior e inferior de 1,5 cm; y espaciado mínimo sencillo. La extensión máxima será de 4 páginas».

Las solicitudes y toda la documentación asociada, incluyendo el currículo y la memoria del proyecto, deben ser revisados por funcionarios la Agencia Estatal de Investigación, haciendo las comprobaciones que «no requieran ninguna valoración científico o técnica», tal como figura en el artículo 19.1 de la convocatoria.

Entre estas comprobaciones, los funcionarios deben verificar manualmente el tamaño y el tipo de las fuentes empleadas y el interlineado, así como estudiar si los pdfs presentados en diversos momentos coinciden o no.

En el caso de encontrarse un problema en el tipo y tamaño de fuente, o cualquiera de los otros múltiples requisitos de la convocatoria, dichos funcionarios le requieren al solicitante que, en el plazo de 10 días hábiles, «formule alegaciones, subsane la falta o aporte la documentación preceptiva».

Los investigadores tienen que hacerlo a través de la Carpeta Virtual de Expedientes (Facilit@). Si no lo hacen, se les advierte de que «se le tendrá por desistido de su solicitud».

Una vez estudiada la documentación, una comisión de evaluación compuesta por representantes de la Agencia Estatal de Investigación y de otros organismos, así como tres personas expertas en el área científico-técnica, tendrán que resolver si los proyectos deben recibir ayudas. Esto es clave para la compra de material y, sobre todo, para la contratación y continuidad del personal investigador en el marco de dichos proyectos.

Pero con la pérdida de su situación de investigadores principales, resuelta antes de que comience la evaluación científico-técnica, los proyectos que presentan, si bien no han sido excluidos, se ven considerablemente debilitados al perder a figuras con un currículo dilatado, o bien que apoyan el carácter interdisciplinar de estas investigaciones. En algunos casos, estos científicos no pueden formar parte de los equipos de los investigadores, con lo que pierden su presencia en proyectos que ellos mismos han escrito y en investigaciones sobre campos en los que llevan décadas trabajando.

«Las implicaciones que puede tener esto son muy importantes. En mi caso, con mi caída el proyecto se resiente mucho porque el equipo es pequeño», ha dicho otros de los afectados, que tampoco ha querido revelar su nombre.

Otro de los investigadores, con décadas de trayectoria, ha añadido: «Nos jugamos mucho con esta convocatoria. No tenemos muchas más opciones para desarrollar un proyecto que lleva ya varios años y para poder mantener al personal que esta en formación».

En esta convocatoria, los investigadores presentaron 4.429 proyectos. Se ha requerido la subsanación de 300 de estos y de 219 solicitudes de investigadores. De todos ellos, solo se ha retirado la condición de investigadores principales, en aquellos proyectos con dos de estas figuras, a 32 personas, nueve por problemas con el currículo. El resto ha sido excluido por incompatiblidad, es decir, por figurar como investigadores principales en otra convocatoria.

«Es cierto, cometimos un error. Entiendo que hay que ser rigurosos, porque trabajamos con dinero público. Pero es necesario que nos ayuden a que la tramitación sea más fácil, y que se centren en el contenido y en la aportación. Me parece poco científico que valoren el tamaño de la letra», ha dicho uno de los investigadores implicados.

 

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