LOS CINCO PILARES DE LA FELICIDAD DEL NIÑO

Conocimiento: mecanismo de adicción

CÓMO EDUCAR PARA GENERAR ADULTOS FELICES

Conocimiento: mecanismo de adicción
Escuela y Educación. PD

Parece extraño tratar aquí este tema pero tenemos que hacerlo ya que nuestro cerebro está diseñado para usar la adicción como un sistema multifunción y activarlo con frecuencia.

Este mecanismo se basa en el mismo proceso y usa las mismas estructuras que intervienen tanto en     la adicción a sustancias, como  en el enamoramiento, la ludopatía, la adicción a Internet, a los videojuegos, al teléfono móvil, a Facebook o al trabajo, por señalar algunos ejemplos.

La adicción siempre es un riesgo para la felicidad y hay que ser conscientes de lo fácilmente que aparece por nuestra preparación biológica.

El mecanismo de adicción se desarrolla de la siguiente forma:

  • 1.             Nos sentimos bien cuando entramos en contacto con algo (sustancias, alimentos, tecnología, etc.), una conducta o alguien (pareja, psicólogo, familiares, etc.)
  • 2.             Repetimos lo que nos hace sentir bien hasta generar hábitos y mecanismos de placer cerebrales asociados
  • 3.             Instaurada la adicción, comenzamos a experimentar sufrimiento si se impide el desarrollo de los hábitos o relaciones adquiridas, ¡aunque se tornen en perjudiciales!
  • 4.             La persona sabe que la adicción está siendo negativa para ella, pero aun así continúa con la conducta adictiva por evitar el dolor y la ansiedad que le generaría abandonarla

En resumen, lo que comenzó siendo emocionante o haciéndose por placer, se acaba realizando por evitación o miedo a sufrir.

Por ejemplo, los adictos a las drogas no se drogan por el placer que obtienen sino por evitar el craving o «mono».

Es un mecanismo que en la vida del niño surgirá en numerosas ocasiones y cuya extinción, al igual que en adultos, responde a las siguientes premisas:

  1. •     El deseo intenso o craving se dispara por algún estímulo asociado como un pensamiento, lugar, momento del día, persona, objeto, etc.
  2. •     Este deseo comienza y termina siguiendo una curva de intensidad, como una ola o una onda
  3. •     Tanto la frecuencia de aparición como la intensidad del deseo (el tamaño de la ola), serán cada vez menores si no se produce o se interrumpe la conducta adictiva
  4. •     Durante el proceso de extinción de la conducta adictiva, llevarla a cabo una sola vez, dispara de nuevo toda la intensidad de la adicción

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Alberto Guzmán Ortega

Alberto Guzmán Ortega es Psicólogo y Terapeuta de Conducta. Su actividad profesional se viene desarrollando tanto en el ámbito de la Psicología Clínica como en la terapia individual y familiar. Ser padre, así como trabajar con niños y jóvenes, ha contribuido a reforzar la valoración que este momento vital representa para él.

Lo más leído