Comenzando de nuevo el curso escolar

Begoña Santana
Begoña Santana

Días de locura, tardes de trabajo sin parar, noches de desvelos. Y todo esto, ¿para qué?

Pues para que nuestros niños puedan volver al cole, para que estén felices, sanos y seguros y puedan disfrutar de cada momento de juego, aprendizaje, aceptar cierta frustración, un poquito de pena, asumir nuevos retos… Todo lo que les hacen crecer.

En la primera semana, toda, absolutamente toda la comunidad educativa (equipo directivo, educadores, PAS, personal de limpieza y comedor, mantenimiento…) hemos estado remando en la misma barca. Nunca lo hemos dudado. Sabemos que nuestro personal es de 10 y lo demuestra cada día con su trabajo, su ilusión y aceptando esos sacrificios que nos tocan este año… Porque la vocación y el cariño a los niños siempre lo ponemos por delante de cualquier dificultad.

Ayer, primer día de cole en Infantil y primer ciclo de Primaria fue un día emocionante para todos. Las lágrimas inundaban nuestro patio; las profes llorábamos, los papás lloraban, los peques lloraban… La emoción a flor de piel, sobre todo para los adultos. Algunos niños tenían sus razones particulares.

Y cuando el día terminó y han venido los siguientes, podemos dormir tranquilos. Vemos que -en lo que de nosotros depende- todo marcha como habíamos programado, que los niños están felices, que las familias nos agradecen el esfuerzo, que recibimos “críticas” cariñosas que nos permiten mejorar y que, en fin, podemos tener la conciencia tranquila. Porque hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos y más.

Lo que este virus nos pueda deparar, Dios dirá y lo acometeremos.

Que un niño de 3 años, en su primer día de cole, salga llorando porque quiere quedarse “más rato”, es lo mejor que nos puede pasar.

Seguiremos trabajando por nuestros niños y nuestras familias con un gran equipo.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído