La obsesión por la suficiencia energética lleva a los defensores de la energía nuclear a reivindicar que cada una de estas instalaciones se mantenga activa al menos 60 años. Es un viejo debate reabierto estos días a causa del cierre de Zorita después de 38 años de vida.
Mientras tanto, los grupos ecologistas celebran esta clausura y aprovechan para recordar que el uso de energías limpias es más seguro, sostenible y duradero. Frente al 20% de la potencia que aportan las centrales atómicas, estos grupos manejan cifras del 35% si se adoptan las medidas adecuadas en torno a las renovables.
La responsable de la campaña energía y cambio climático de Greenpeace, Sara Pizzinato, ha señalado que aprovechan el cierre de Zorita (conocía también por el nombre de José Cabrera) para pedir también el mismo destino para el resto de las ocho centrales nucleares, abiertas todavía en distintos lugares de España.
Por otro lado, el portavoz de campañas antinucleares de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, ha considerado que el cierre de la José Cabrera es «simbólica», porque por primera vez en España se produce el cese de la actividad en una de estas plantas sin que haya mediado un accidente «grave».
Energías limpia
El Gobierno ha puesto en marcha un plan energético según el cual en 2010, en España el 12% del potencial energético sería renovable. Para los ecologistas esta iniciativa es “escasa”. Sin embargo, desde Ecologistas en Acción recuerdan que combinado con medidas de ahorro eliminarían la necesidad de la actividad nuclear.
En este sentido, Sara Pizzinato de Greenpeace remachó que
Es posible el total abastecimiento del país con energías renovables como la solar, eólica, olas del mar, geotérmica, biomasa, etc.
Según las estimaciones de Ecologistas en Acción, dichas medidas podrían suponer un 35 por ciento del total de energía que se consume en España en el año 2015 con la contribución de todas las partes.
Calendario de cierre
Por todo ello, Francisco Castejón demandó el establecimiento de un calendario de cierres negociado con el Gobierno y aceptable para la Administración, organizaciones ecologistas y empresarios.
Tras el cierre de Zorita, este experto explica que seguiría procediendo al desmantelamiento de las ocho restantes en función de su antigüedad. De esta manera la próxima sería Garoña (Burgos) para terminar en las más modernas de Trillo (Guadalajara) y Vandellós II (Tarragona) que se inauguraron en 1989.
Al respecto, Castejón subrayó que
Dicho calendario era uno de los puntos establecidos en el programa electoral del PSOE, pero que hasta el momento, su actitud está resultando timorata, puesto que la única central que ha echado el cierre ya se había acordado en la anterior legislatura.
Estamos dispuestos a negociar un calendario sensato que respete el medio ambiente y las inversiones de la industria nuclear, pero exigimos que el Gobierno cumpla el compromiso de cierre escalonado de las centrales de su programa.
