El problema de la energía nuclear en España no radica en la seguridad de sus instalaciones, “perfectamente garantizada”, sino en la sociedad, que está “muy confusa” y “desinformada”. Una situación que augura que al menos en los próximos 20 años no se abrirá ninguna nueva central.
En una entrevista concedida a la Agencia Efe, y cuando le quedan 6 meses al frente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), María Teresa Estevan Bolea explicó el futuro de las plantes atómicas en España. Asimismo, pide más independencia política para este organismo y evitar que la energía nuclear se convierta en un arma ideológica arrojadiza.
Respecto a los 20 años en los que la sociedad española no soportará la apertura de ninguna nueva central, Estevan Bolea explica que en ese tiempo países como EEUU o Francia pondrán en marcha, respectivamente, 100 y 30 nuevas centrales.
La presidenta del CSN ha recalcado la preocupación que comparte con el sector energético sobre la capacidad de generar energía. Estevan Bolea teme que, si no hay en nuestro país suficientes centrales nucleares, nos veamos obligados a importar energía, “al precio que nos la quieran poner Francia Marruecos o Argelia”.
Incidente en Vandellós II
Cuando se procederá al cierre de la central de Zorita, la máxima responsable del CSN ha reseñado que, a su juicio, la central que mejor funciona es la de Garoña (Burrgos). Ésta es la segunda más antigua después de la que ahora se clausura. Por otro lado, considera que Vandellós II es la peor.
Hay que recordar que fue en esta donde en Agosto de 2005 tuvo lugar el incidente más grave del sector en nuestro país cuando el sistema de refrigeración de la planta falló.
Todo eso se ha superado, se han tomado medidas y se ha mejorado la cultura de seguridad.
No obstante y tras un revuelo considerable, Estaban Bolea reconoció que
En el que el Consejo reaccionó tarde y la empresa fue extraordinariamente negligente con unas deficiencias graves.
Independencia del Consejo
La presidenta de este órgano nuclear no se privó de reprochar al Parlamento la “desmesura” y la “sinrazón” con la que trató el incidente de Vandellós. Asi como el modo en el que se atacó directamente al CSN y a sus responsables.
Hay mucha gente que está en contra de la energía nuclear y esto se aprovecha en cualquier circunstancia y en cualquier momento, sin saber que el CSN no tiene ninguna competencia ni la quiere en abrir o cerrar centrales. Sólo se ocupa de la protección y la seguridad y la calidad ambiental, que en España desde el punto de vista radiológico es fantástica.
Por este motivo, Estevan Bolea reconoce que el Consejo necesita
Una reforma ya, que debería dotarlo de mayor independencia del poder político y que permitirse a todos trabajar.
De este modo entiende que la persona que le sustituya debería ser nombrada teniendo en cuenta “sus conocimientos y aptitudes”, porque al CSN “no se puede venir a aprender ni a improvisar”.
