Los misterios que esconde el universo no paran de sorprender a los profanos observadores de la Tierra. La última pieza para la colección de maravillas naturales es una bola de gas caliente que campa a sus anchas en una región del espacio a 3 millones de años luz de la Tierra.
Según la Agencia Espacial Europea (ESA) este elemento astral es mil millones de veces más grande que nuestro pequeño Sol, vive en un entramado de galaxias Abell 3266 donde se mueve a una velocidad de 750.000 metros por segungo.
El hallazgo se produjo gracias a la tecnologóa del satélite de Rayos X XMM-Newton del consorcio europeo del espacio, la ESA. Mark Henriksen, uno de los autores de la investigación, explica su importancia para los científicos:
En la Abell 3266 vemos en acción la dinámica de formación de estructuras en el Universo. La materia oscura es el pegamento gravitacional que mantiene unida la masa de gas. Pero en su carrera por el cúmulo de galaxias se produce una suerte de batalla de fuerzas que puede acabar dispersando el gas.
