(PD/EFE).- Mes y medio después de que la tormenta tropical Noel dejara un rastro de muerte y destrucción en República Dominicana, las fuertes lluvias asociadas a un nuevo fenómeno meteorológico han dejado once muertos, varios desaparecidos y cerca de 34.500 desplazados en la zona norte de la isla caribeña.
Diez de las muertes ocurrieron en Santiago, a 155 kilómetros al norte de Santo Domingo, debido a que el río Yaque del Norte, el más caudaloso del país, se desbordó a consecuencia de los millones de litros de agua que recibió de la hidroeléctrica de Tavera, desaguada la noche del martes para evitar su colapso.
La imprevista tormenta tropical Olga ha causado el desbordamiento de varios ríos en el norte del país, y según las autoridades, la cifra de fallecidos puede subir, especialmente en la ciudad de Santiago, la segunda más importante del país. El director Regional de la Defensa Civil, Francisco Arias, ha explicado que los esfuerzos se están destinando al rescate de supervivientes tras el desbordamiento del río Yaque, que afectó a varias decenas de viviendas en Santiago y sorprendió a sus habitantes mientras dormían.
El organismo precisó que 6.896 viviendas fueron afectadas por las lluvias y los vientos del fenómeno, de las que 36 resultaron completamente destruidas y 97 con daños severos.
«Hemos rescatado a todas las personas que se encontraba en techos de viviendas y en copas de árboles en Santiago y Valverde (noroeste)», afirmó el director del COE, Juan Méndez. El socorrista declaró que aún se desconoce el número exacto de las personas desaparecidas, aunque aseguró que a medida que las aguas cedan se podrá hacer una labor más efectiva en ese sentido.
Fernández visita Santiago
Mientras, el presidente dominicano, Leonel Fernández, visitó ayer la ciudad de Santiago donde prometió la reconstrucción de todas las viviendas afectadas. El gobernante, tal y como lo mostraron imágenes de televisión, visitó una instalación deportiva en la que se encuentran más de 1.000 refugiados.
El director del Instituto de Recursos Hidráulicos (INDRHI), Héctor Rodríguez Pimentel, justificó hoy el desagüe de la hidroelécrica, al afirmar que hubiese ocurrido una «catástrofe» de no tomar esa decisión.
Sin embargo, sectores de la oposición política han criticado la medida al considerar que la misma debió ser previamente comunicada a la población de Santiago y no esperar las horas de la noche para iniciar el vaciado.
Unas 300.000 personas permanecen sin el servicio de energía eléctrica en Santiago y Puerto Plata (extremo norte), situación a la que las autoridades prometieron una «rápida» atención.
La tormenta Olga, con vientos sostenidos de 70 kilómetros por hora, ha comenzado a debilitarse hoy y según el Centro Nacional de Huracanes de EE UU se dirige hacia la costa sureste de Cuba.
