Dos de los gigantes alemanes de la automoción (con permiso del grupo Volkswagen), BMW y Mercedes ampliarán su colaboración en el departamento de motores a otros componentes para potenciar su presencia en el segmento de los automóviles pequeños.
La causa de esta inusitada cooperación entre dos competidores que históricamente han peleado por el mismo mercado de gama alta de turismos y berlinas hay que buscarla en la amenaza de la Comisión Europea de multar a los fabricantes de vehículos que no reduzcan las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y a la subida de impuestos para los coches que más contaminen, lo que podría reducir sensiblemente la demanda de turismos y berlinas de alta gama.
La cooperación no se limitaría al dominio de los motores para pequeños automóviles, como ya estaba anunciado, sino que se ampliaría a ejes, cajas de velocidad y sistemas de dirección. No obstante, los portavoces de ambas empresas, consultados por el periódico, rehusaron formular comentarios.
Para BMW, este tipo de cooperación debería permitirle también aumentar su rentabilidad, de acuerdo con el objetivo fijado por su presidente, Norbert Reithofer, que a finales del pasado septiembre dijo que esperan ahorrar 6.000 millones de euros en los próximos cinco años.
Según el Financial Times Deutschland, que cita fuentes próximas a la empresa, el directorio quiere ahorrar 8.000 millones de euros.
BMW anunció la semana pasada la supresión de varios miles de puestos de trabajo el año próximo, mediante dimisiones voluntarias y jubilaciones anticipadas.
