(PD).- Y los más cabreados son los de Almería, provincia sedeinta y seca como pocas. El PP encabeza las encuestas en esa provincia, que va a dar una muestra de solidaridad nacional que provocó sin embargo pronunciamientos contradictorios de los partidos.
El candidato del PP a la Junta de Andalucía, Javier Arenas, se presentará a los comicios autonómicos del 9-M como cabeza de lista por la provincia de Almería, mientras que su competidor, el socialista Manuel Chaves, lo hará por Sevilla.
Esta situación, inédita en la democracia española, se complementa con otra circunstancia aún más insólita: Almería, la provincia que durante décadas fuera la más seca de España, pretende «exportar» agua a Cataluña.
El trasvase de agua de Almería a Cataluña se haría por barco gracias a que la potente planta potabilizadora que Endesa posee en Carboneras puede aumentar su capacidad un 80% más hasta los 40 hectómetros cúbicos.
Almería cuenta además con otras dos potabilizadoras que garantizan su suministro acuífero tanto doméstico como agrícola e industrial, hasta el punto de que en los meses de verano, cuando se produce el parón laboral en los invernaderos de El Ejido, la provincia registra un «superávit» de agua, según los expertos consultados por Elsemanaldigital.com.
La grave sequía padecida en Cataluña el año pasado ha llevado al presidente de la Generalitat, José Montilla, a realizar previsiones presupuestarias de compra de agua para este verano. Las dos alternativas que maneja Montilla son la adquisición de agua procedente del Ródano francés o la compra a la desaladora de Almería. La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que fue diputada socialista por Almería, se inclina por la segunda de estas opciones.
Por lo pronto, el asunto ha entrado de lleno en la precampaña electoral andaluza, donde se da la paradoja de que Chaves aventaja a Arenas en el total de la comunidad, pero el candidato del PP supera al del PSOE en la provincia de Almería. Las encuestas difieren sobre si se repetirá o no una mayoría absoluta socialista, pues si el PSOE domina las zonas rurales andaluzas, los populares poseen el dominio de la mayoría de las grandes capitales en esta autonomía.
De todas formas, la noticia de un posible trasvase de agua desde Almería a Cataluña ha desestabilizado a los propios candidatos. El PP se manifestó primero en contra por boca de su diputado por Almería y ex portavoz nacional, Rafael Hernando, que juzgó la situación como «alucinante», mientras que Arenas la defendió porque «España no es sólo una nación, es también un proyecto de convivencia», según declaró durante un acto electoral en Sevilla, al tiempo que seguía manifestando su posición favorable a un trasvase del Ebro hacia Cataluña y el Levante, actitud que bloqueó el PSOE al tumbar el Plan Hidrológico Nacional.
Por contra, entre los socialistas se pasó de la inicial y alborozada reacción de su líder en Almería, Martín Soler, que se vanaglorió del «cambio histórico» que significaba la venta de agua almeriense a Cataluña, a las críticas hacia el propio Arenas por su postura en torno a este asunto. El contrapunto lo han puesto los partidos ecologistas andaluces, que han criticado este trasvase marítimo del agua por el alto consumo energético que supondría su transporte.
