Un año más, una pava viva fue lanzada desde el campanario de Cazalilla

(PD).- Un tipo sin identificar llevó a cabo, un año más, la tradición del lanzamiento de una pava viva desde el campanario de la parroquia Santa María de la Magdalena de Cazalilla (Jaén), costumbre enmarcada en las celebraciones de la festividad de San Blas y que cuenta con una gran aceptación popular, a pesar de la oposición expresa de la Asociación Andaluza para la Defensa de los Animales (Asanda).

El concejal del PP en el Ayuntamiento de Cazalilla Rafael Martínez confirmó el lanzamiento del animal, que se produjo a las 17.45 horas, hora tradicional del acto, aunque admitió no saber la identidad de la persona que lo hizo, extremo que ya ha sucedido en años anteriores, puesto que no es inusual que lo hagan con «capuchas o con caretas, para que no se les reconozca».

Martínez recordó que el Consistorio de la localidad «está desligado» de la iniciativa, aunque «la gente no», puesto que «se trata de una tradición que tiene más de 100 años de historia y eso cuesta trabajo de eliminar».

El edil popular fue categórico al asegurar que las leyes «hay que cumplirlas», si bien aseguró comprender que «con los toros pasa lo mismo y no se ha prohibido», incidiendo en el hecho de que se ha presentado una ley en el Parlamento para tratar de que la tradición vuelva a estar permitida.

Asanda ya aseguró que si se llevaba a cabo el acto lo volverían a denunciar. De hecho, el hombre que lanzó el año pasado la pava desde el campanario de Cazalilla fue sancionado por la Junta de Andalucía con 2.000 euros, multas que en los años 2004 y 2006 recayeron sobre el Ayuntamiento de la localidad y en 2005 sobre la persona que entonces se identificó a sí misma ante la Guardia Civil como la que lanzó a este animal.

La ´Fiesta de la Pava´ se celebra el 3 de febrero con motivo de los festejos de San Blas en esta localidad, a la que cada año acuden miles de personas para presenciar ese lanzamiento, pese a que anualmente asociaciones protectoras de animales alzan la voz en contra de esta celebración y pidiendo que en lugar de arrojar al vacío un animal vivo tiren pavas de plástico o cajitas con premios, todo para que el animal no sufra, según alegan.

El pasado año más de 4.000 personas celebraron en Cazalilla la festividad de San Blas con el tradicional lanzamiento de la pava desde el campanario de la parroquia.

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