Galápagos instala un parque eólico como primer paso para evitar la dependencia del petróleo

(PD / EFE).- Las autoridades de Ecuador pretenden que el archipiélago, que inspiró a Charles Darwin su teoría de la evolución de las especies, sea autosuficiente en materia energética en 2015.

El primer parque eólico de las islas Galápagos, en el que participan empresas de siete países, está funcionando perfectamente a los pocos meses de su puesta en marcha, según ha señalado hoy uno de los principales encargados del proyecto.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, visitó este lunes en la isla San Cristóbal los tres molinos de generación eléctrica del Proyecto Eólico Galápagos, fabricados por la empresa española Gamesa, y que ahorrarán el uso de 5.000 barriles de petróleo, según uno de los responsables de la iniciativa.

Este parque forma parte de un plan para sustituir en las islas el uso de combustibles fósiles por energías renovables para que no se repitan sucesos como el accidente del petrolero Jessica en el 2001, que estuvo a punto de causar un desastre ambiental.

Objetivo: sin emisiones en 2015

Las autoridades ecuatorianas se proponen eliminar para el 2015 el uso de combustibles derivados del petróleo en las Galápagos, donde viven unas 30.000 personas, y existen ecosistemas únicos estudiados por Charles Darwin en el siglo XIX.

«Requerimos tomar conciencia tanto las instituciones locales y nacionales, como los habitantes, de la dependencia que los seres humanos tenemos respecto de la naturaleza, dependencia que debe ser observada desde la asimilación de un modelo social compartido sobre la conservación», remarcó hoy Correa.

El parque eólico de la isla San Cristóbal es un proyecto de 10,8 millones de dólares cuya principal financiación ha sido proporcionada por la empresa American Electric Power (AEP) (5,4 millones de dólares), el Gobierno de Ecuador (3,2 millones) y la Fundación de las Naciones Unidas (1 millón de dólares).

En la creación del parque también han participado las mayores compañías eléctricas del mundo, un grupo denominado e8, que incluye empresas de EE.UU., Francia, Italia, Japón, Rusia, Alemania y Canadá.

El proyecto, que entró en funcionamiento oficialmente el pasado 1 de octubre, está compuesto por tres molinos de viento que generan cada uno 800 kilovatios de energía.

El sistema en funcionamiento proporciona entre el 60% y el 80% de las necesidades energéticas de San Cristóbal durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, los más ventosos en el archipiélago.

Dificultades medioambientales

El ahorro de diesel, lo que reduce el riesgo de derramamientos asociados con el transporte y suministro de combustible a la isla, es uno de los principales objetivos del proyecto de San Cristóbal. Los otros dos son la reducción de la contaminación del aire y la emisión de gases con efecto invernadero y la protección de la biodiversidad de las Galápagos.

Tolen explicó que durante meses se estudió el vuelo de los petreles, una de las aves marinas de Galápagos y que ha sido declarada en peligro por la Unión Mundial de Conservación, en busca del mejor lugar para instalar el parque. «Tuvimos que cambiar la localización dos veces», dijo. El resultado es que tras meses de funcionamiento, ningún ave ha sido dañada por las aspas de los molinos.

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