Ahora proponen llevar en tren el agua a Barcelona

(PD).- Se han trastornado. Hace unos días, el plan era sacar agua de la desértica Almería y llevarla por barco hasta Cataluña. Ahora, en una pirueta que roza el ridículo, proponen utilizar los trenes de RENFE para trasnportar a granel agua hasta Barcelona. ¡Virgen Santa!.

Tras el plan de trasvasar el Segre, que parece de quita y pon, llega el trasvase sobre ruedas.

El tripartito catalán amplía el abanico de modos de transporte con los que hacer llegar el agua a Barcelona y, tras la vía marítima, anunció este miércoles que estudia emplear trenes para ese mismo cometido.

El anuncio lo realizó el mismo conseller Francesc Baltasar en el Parlament y, según fuentes de la Administración catalana, obedece a un ofrecimiento que habría hecho Renfe.

Los de la operadora ferroviaria no dicen ni «mu», como Bono cuando le llaman «cabestro», pero reconocen la existencia de contactos con el Govern catalan.

Baltasar se negó este miércoles a dar más datos y se remitió a la rueda de prensa que ofrecerá este jueves de balance semanal de la situación hídrica.

Con todo, parece evidente que la conselleria parece dispuesta a demostrar al Ministerio de Medio Ambiente que la captación provisional del Segre es, realmente, la última opción que tiene la Generalitat para evitar el corte de suministro de agua de boca.

Además de la opción ferroviaria, el conseller también citó la búsqueda de nuevos puertos donde hacer llegar los barcos cisterna de Carboneras (Almería), Marsella y Tarragona.

Estos puertos –según avanzó El Periódico de Cataluña cuyo gráfico, hecho por Alex R. Fischer, reproducimos más abajo– deben cumplir una doble condición: tener el calado suficiente para permitir el atraque de barcos cisterna y estar relativamente cerca de la red de distribución de agua para ser conducida a la depuradora o al consumo, en función del estado en que venga.

FUGAS DE AGUA DDE MÁS COSAS EN EL GOVERN

En la guerra del agua pesan más los intereses políticos que la búsqueda de soluciones para optimizar la gestión hídrica.

Es muy grave que la Generalitat sancione con multas ejemplarizantes a los ciudadanos que llenen su piscina o que laven su coche, mientras por las cañerías del área metropolitana de Barcelona se desperdicia agua a espuertas.

Así sucede a sólo cien metros de la sede de Aguas de Barcelona, donde un fallo en la conducción vierte desde hace meses más de ocho litros por segundo de agua proveniente de Collserola.

Los expertos estiman que este tipo de deficiencias son habituales y provocan la pérdida de casi un 30% del caudal canalizado, pero que un fallo así se produzca en las inmediaciones de la entidad gestora sin que nadie mueva un dedo hace aún más escandalosa la actitud de las administraciones catalanas. Agbar dice que ese problema no es de su competencia.

En cualquier caso, no es la primera vez que se detectan fallos en la red de distribución. De hecho, después de casi un año, ayer comenzó la reparación de una fuga similar en Badalona.

Es chocante que el conseller de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, se encomendara a la Moreneta para que llueva, o que el mismo Govern que niega el agua del Ebro a sus vecinos promueva transferencias hídricas en barco, en tren, o mediante una «punzada» en el Segre, mientras el líquido elemento se pierde por las tuberías de la Ciudad Condal sin que nadie asuma responsabilidades.

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