El polvo del Sahara dispara la contaminación en España

El polvo del Sahara dispara la contaminación en España

(PD).- Es el viento que llega del desierto. Caliente, constante y cargado de diminutas partículas de arena. Existen diferentes contaminantes, pero en España los que parecen más problemáticos actualmente para la salud de la población son las partículas, ya sean de menos de 2,5 micras o de menos de 10 (PM 2,5 y PM10), los óxidos de nitrógeno y el ozono troposférico.

Las concentraciones de los dos últimos dependen de las densidades del tráfico y las industrias, no así las elevadas concentraciones de partículas, en ocasiones asociadas a intrusiones saharianas.

Como explica A.A.L. en ABC, un estudio dirigido por científicos del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) se ha centrado en esas partículas y ha estimado que, entre 1999 y 2005, el 23 por ciento de las superaciones del valor límite diario de concentración de partículas en suspensión (PM10) se produjeron bajo los efectos de episodios de transporte de partículas a larga distancia, como el polvo desértico africano.

Entre dos y siete días
Las mediciones, realizadas en distintos escenarios rurales y urbanos de la Comunidad de Madrid, demuestran que las nubes de polvo africano influyen en la superación del valor límite diario legal de PM10, establecido en 50 microgramos por metro cúbico, el cual no debe superarse en más de 35 días al año.

Según explica el investigador del Ciemat Pedro Salvador, las intrusiones saharianas, que suelen durar entre dos y siete días, deben tenerse en cuenta sobre todo en los meses de primavera y verano, cuando es más frecuente su llegada a la Península.

Durante un periodo de siete años, Salvador y su equipo han evaluado cuatro escenarios distintos localizados en diferentes zonas de la Comunidad de Madrid que incluyen una vía de gran afluencia de tráfico, un núcleo urbano a pocos kilómetros de la ciudad, las afueras de un pueblo en un entorno rural y un emplazamiento situado en pleno campo, alejado de las fuentes de origen humano.

Como era de esperar, en áreas rurales se producen menores superaciones del valor límite diario, aunque una mayor proporción de las partículas es atribuible al polvo sahariano.

Por otra parte, los investigadores han analizado la influencia de las PM2,5, que incluyen los metales pesados y otros compuestos orgánicos y tienen efectos más nocivos.

En este caso, el estudio aporta otra novedad, y es que los niveles de estas pequeñas partículas en la ciudad de Madrid no sólo proceden del tráfico y de otras fuentes locales, sino que existe una cantidad, aún por determinar, que se ha desplazado desde el centro y el este de Europa.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído