Montilla renuncia al trasvase del Segre

(PD).- Los gobiernos de Cataluña y de España cerrarán en pocos días un acuerdo definitivo para, al parecer, conectar las redes de abastecimiento de agua de Tarragona y Barcelona, como solución, junto con otras medidas, para suministrar agua al área de la ciudad en caso de que persista la sequía.

El presidente de la Generalitat, José Montilla, confirmó este sábado, en declaraciones a los periodistas en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), que la solución al problema «está muy avanzada», aunque no ha querido precisar con exactitud en qué consiste el proyecto.

Montilla tiene intención de anunciar este lunes, junto al presidente Zapatero, dicha transferencia de agua para abastecer Barcelona.

Un eventual acuerdo para aprovechar las aguas del Ebro hacia Barcelona dejaría probablemente sin efecto el proyecto de captación del agua del Segre, que defendía en solitario el gobierno catalán.

Montilla explicó que el trasvase del río Segre era la «alternativa» del gobierno catalán, «pero estábamos estudiando otras alternativas en colaboración con el Gobierno de España. Alternativas que también hicimos saber al jefe de la oposición».

«La concreción de una solución está muy avanzada y estoy convencido de que antes de finales de la semana que viene tendremos la formalización de un acuerdo entre los dos gobiernos sobre la base de un proyecto que será ejecutable en tiempo y permitirá garantizar el abastecimiento de agua de boca y evitar las restricciones en el otoño», subrayó el presidente catalán.

Montilla aseguró que «lo que no haremos será hacer tres cosas a la vez. Haremos aquella que sea factible en tiempo, de acuerdo con el Gobierno de España, con diálogo y concertación con los sectores y territorios afectados».

La solución de utilizar el agua del Ebro para abastecer el área de Barcelona en caso de que no llueva antes del otoño consistiría, según algunas fuentes, en transportar agua desde el campo de Tarragona por una tubería aprovechando el recorrido de la autopista AP-7. La tubería cubriría un tramo de unos 60 kilómetros entre el área de Tarragona y la población de Olérdola, donde se encuentra la conexión con la red del Ter-LLobregat, que suministra agua a Barcelona.

El agua que se aprovecharía para abastecer el área metropolitana de Barcelona procedería del volumen que el Consorcio de Aguas de Tarragona compra cada año a los regantes, que éstos tienen en concesión para riego, y que les sobra.

«El trasvase debe llegar a todo el Levante»

La respuesta desde el PP no se ha hecho esperar. El portavoz del Gobierno de Murcia, Juan Antonio De Heras, afirmó este sábado que, «si finalmente va a haber trasvases del Ebro, tienen que llegar a todo el Levante español».

Según el consejero de Presidencia de Murcia, «lo que el Gobierno, con una pirueta verbal, denomina ‘captación de emergencia’, no es otra cosa que un trasvase del Ebro, y en este caso desde la desembocadura».

De Heras calificó de significativo que Cristina Narbona, «que se enfrentó a las pretensiones de los socialistas catalanes de trasvasar agua, salga del Gobierno, y que Elena Espinosa asuma también las competencias de agua, quizá con el encargo de hacer valer estos trasvases para una comunidad autónoma en concreto».

El portavoz del Ejecutivo murciano aseguró que si el Gobierno central aprueba el trasvase, éste tiene que dar cobertura también a la Región, «como lo preveía el Plan Hidrológico Nacional, una ley que fue derogada por decreto en la anterior legislatura por Rodríguez Zapatero».

Asimismo, pidió que «si el presidente del Gobierno de España mantiene su posición de que no hay trasvases del Ebro, lo que debería hacer sería explicar de dónde va a llegar el agua, cuándo y a qué precio, pero si la política es otra, como así parece que va a ser, los recursos hídricos tienen que llegar a Murcia».

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