Una nueva pirámide de cemento para sepultar el reactor de Chernóbil

(PD).- Este año comenzarán en Chernóbil las obras de una nueva estructura para sepultar su reactor destrozado y detener las pérdidas de radiación en el lugar del mayor desastre nuclear del mundo.

El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) ha prometido 135 millones de euros para hacer que la planta de energía sea segura, dos décadas después de la explosión y el incendio que liberaron radiación sobre gran parte de Europa. No obstante, calculan que pasarán 100 años hasta que la gente pueda reubicarse en la zona.

El dinero, aproximadamente el 10% de las ganancias netas del banco en 2007, irá a un fondo para construir en la planta un nuevo contenedor, en los espesos bosques cerca de la frontera de Ucrania con Bielorrusia. El reactor cuatro, que estalló el 26 de abril de 1986, será coronado por un arco de acero que medirá 257 metros de diámetro y 105 metros de alto y encerrará el polvo radioactivo. Unas instalaciones separadas albergarán el combustible nuclear usado bajo montículos de pasto.

Los niveles de radiación cerca de la planta todavía alcanza 30 veces el nivel aceptable para los humanos. El «sarcófago» existente que cubre el reactor fue construido apresuradamente en las semanas que siguieron a la explosión.

Los gobernadores de BERD, funcionarios ucranianos y periodistas fueron mantenidos a varios cientos de metros del reactor durante una visita, ya que se considera que estar más cerca sin protección es demasiado peligroso, y posteriormente fueron sometidos a evaluaciones de radiación.

Sin embargo, el director general de Chernobyl, Nikolai Dmitruk, minimiza cualquier sugerencia de niveles dañinos de radiación. «No es peligroso», dijo. «Pasar un día en la planta te expone a la misma cantidad de radiación que tomar un vuelo trasatlantico».

Lucha por los fondos

Ucrania primero pidió a Occidente que ayudara a hacer de Chernóbil un lugar seguro en 1992, después del colapso del gobierno soviético. El debate se extendió durante la década de 1990, cuando Ucrania acusó periódicamente a Occidente de indiferencia y algunos países se mostraron reacios ante los reiterados pedidos de Kiev de dinero.

El nuevo arco, que será construido por el consorcio Novarka, encabezado por franceses, debería estar terminado en 2012. Las obras costarán alrededor de 1.050 millones de euros en total, según BEDR, y se han recaudado 975 millones de euros.

El último reactor que funcionó en Chernóbil, que está a 160 kilómetros al norte de la capital Kiev, fue cerrado en el año 2000, bajo presión de la comunidad internacional, que ayudó a completar dos reactores lejos de allí para compensar la pérdida de capacidad de energía.

La explosión derramó radiación sobre gran parte de Europa, siendo Bielorrusia, que está en la dirección del viento desde la planta, la que resultó más afectada.

Los cálculos del número de muertes directamente relacionadas con el accidente varían. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la cifra es de 9.000, mientras que el grupo ambiental Greenpeace predice una cifra eventual de muertos de 93.000.

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