(PD).- Las autoridades de Paradise (California), a 138 kilómetros al norte de Sacramento, han ordenado a 10.000 habitantes (de los 26.000 con que cuenta el municipio) que dejen sus hogares por la amenaza de que el incendio que asola el estado cruzara un río y llegara hasta la ciudad.
Un mensaje del alcalde en la web municipal apremiaba a que los ciudadanos dejaran sus casas lo más rápidamente posible:
«Los ciudadanos necesitan evacuar inmediatamente la zona llevando las pertenencias personales que quepan en sus vehículos».
El fuego, que se inició el 21 de junio, han quemado 19.829 hectáreas y ha amenaza 3.800 casas, además de las 40 que ya a destruido, según una de las agencias de bomberos que están luchando contra los incendios. Éste es sólo uno de los 300 focos activos en todo el estado.
Los fuegos se iniciaron después de las tormentas elécticas desatadas durante el último mes que prendieron en los matorrales y árboles, muy secos debido a la falta de lluvias.
Los bomberos y otros equipos de contención han controlado cerca del 40% del incendio, sin embargo los oficiales de los equipos han preferido ordenar la evacuación de la ciudad por los vientos cambiantes de la zona.
«El viento está siendo muy caprichoso», ha afirmado Anne Malean, portavoz de los equipos.
