Una mujer de 32 años sobrevivió milagrosamente al ataque de tres osos polares en el zoológico de Berlín de donde fue rescata tras recibir varios mordiscos que le produjeron heridas graves.
Saltó al foso de los tres osos justo en el momento en que eran alimentados, por lo que había muchos visitantes en el lugar, entre ellos familias con niños.
La mujer se abrió espacio entre la multitud, se quitó los zapatos, pasó por encima de una cerca de seguridad y saltó al foso desde dos metros de altura, tapándose la nariz como para darse un chapuzón. Este viernes, la temperatura en Berlín alcanzaba los 25 grados.
Tras el salto, los tres osos polares se acercaron lentamente a su víctima en medio de los gritos de los espectadores.
El proceso de rescate duró cerca de 10 minutos, después de que un primer intento fracasó tras romperse un salvavidas con el que se intentó sacar del foso a la mujer, que volvió a ser atacada mientras pedía ayuda.
«Los osos hubieran podido hacerla picadillo. La mujer tuvo una suerte enorme», dijo el comisario del zoológico, Heiner Klös.
Tras el rescate, la mujer fue hospitalizada y operada de urgencia.
No está claro si la mujer pensó en suicidarse o si simplemente pretendía tener una subida de adrenalina, confiando en ser rescatada oportunamente por el personal del zoológico.
Hace nueve años se dio un caso similar cuando un hombre, que tenía 32 años, saltó al foso porque, según explicó después, «quería jugar con los ositos«.
- Cazadores solitarios y expertos nadadores:
- Los osos polares son solitarios y excelentes cazadores. Son conocidos por recorrer grandes distancias en busca de alimento, principalmente focas.
- A pesar de su gran tamaño, son increíbles nadadores. Pueden nadar largas distancias (más de 100 kilómetros) sin detenerse, gracias a su poderosa musculatura y su capacidad para flotar debido a la grasa que cubre su cuerpo. Se han registrado casos de osos polares nadando más de 300 kilómetros en mar abierto.
- Aislados del frío: doble capa de protección:
- Aunque los osos polares parecen tener el pelaje blanco, en realidad, su piel es negra para absorber mejor el calor del sol, y su pelaje es transparente. Los pelos huecos de su pelaje actúan como aislante al atrapar aire, lo que ayuda a mantener el calor corporal en las gélidas temperaturas del Ártico.
- Además, tienen una gruesa capa de grasa (hasta 11 centímetros de grosor) debajo de su piel que los protege del frío extremo.
- Sentidos superdesarrollados:
- El sentido del olfato de los osos polares es increíblemente agudo. Pueden oler a una foca a más de 1,6 kilómetros de distancia e incluso detectar focas que están bajo una capa de hielo de casi un metro de grosor.
- Su visión y audición también son buenos, pero no tan desarrollados como su olfato.
- Dependencia del hielo marino:
- Los osos polares dependen del hielo marino para cazar focas. Utilizan las grietas en el hielo para esperar a que las focas salgan a respirar, ya que es su principal fuente de alimento. Sin hielo marino, los osos polares tienen dificultades para cazar, lo que pone en riesgo su supervivencia debido al cambio climático y el deshielo.
- Un superpredador que puede ayunar:
- Los osos polares son superpredadores, ocupando la cima de la cadena alimenticia en el Ártico. Su dieta consiste casi exclusivamente en grasa de foca, que les proporciona la energía necesaria para sobrevivir en condiciones extremas.
- En períodos de escasez, los osos polares pueden ayunar durante meses, sobreviviendo de las reservas de grasa que acumulan en su cuerpo. Este es un rasgo crucial en su capacidad para adaptarse a los cambios estacionales del hielo marino.
- Tamaño y fuerza impresionantes:
- Los osos polares son uno de los mamíferos carnívoros más grandes de la Tierra. Los machos adultos pueden pesar entre 400 y 700 kg, aunque algunos han llegado a pesar más de 800 kg. Pueden llegar a medir hasta 3 metros cuando están erguidos sobre sus patas traseras.
- A pesar de su tamaño, los osos polares son sorprendentemente ágiles, capaces de correr a 40 km/h en distancias cortas y saltar hasta 2 metros de altura desde una posición de reposo.
- Adaptaciones asombrosas para la caza en el agua:
- Los osos polares tienen membranas parciales en las patas delanteras, lo que les permite nadar eficientemente, utilizando sus grandes patas como remos. Además, sus patas traseras actúan como timones para ayudar a dirigirlos.
- También tienen una lengua especialmente diseñada para alimentarse. Al consumir grasa de foca, los osos polares prefieren la grasa rica en calorías y suelen dejar la carne, lo que ayuda a reducir la competencia con otros carroñeros del Ártico.
- Reproducción y crías:
- Las hembras entran en un estado llamado implantación diferida, lo que significa que, aunque se aparean en primavera, el embrión no comienza a desarrollarse hasta el otoño. Esto asegura que las crías nazcan en el momento adecuado, cuando la madre tiene suficiente grasa acumulada para sobrevivir el invierno.
- Las crías, usualmente dos por camada, nacen en madrigueras de nieve durante el invierno. Al nacer, los ositos son ciegos, sin pelo y pesan apenas unos 600 gramos, pero crecen rápidamente gracias a la leche rica en grasa de su madre.
- Colores y camuflaje:
- Aunque su pelaje parece blanco, es realmente translúcido y refleja la luz, lo que les da ese aspecto blanco que los ayuda a camuflarse en el paisaje nevado del Ártico. Este camuflaje es crucial para la caza, ya que les permite acercarse sigilosamente a sus presas.
- Amenazas y conservación:
- Los osos polares están clasificados como vulnerables debido a la pérdida de hábitat por el cambio climático. El calentamiento global ha reducido drásticamente la cantidad de hielo marino, lo que afecta su capacidad para cazar y encontrar alimento.
- A medida que su entorno cambia, algunos osos se han visto obligados a desplazarse más hacia tierra firme, donde tienen menos acceso a focas, lo que los lleva a buscar otras fuentes de alimento, como aves marinas y huevos, aunque esto no es suficiente para satisfacer sus necesidades energéticas.