los robots submarinos han fracasado en su intento de activar una válvula para detener la fuga
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este jueves que la empresa British Petroleum (BP) es la responsable del costo y la limpieza del grave vertido de petróleo en el Golfo de México, pero aseguró que su administración usará todos los recursos disponibles para controlarlo.
Obama afirmó que era posible utilizar los recursos del Departamento de Defensa para abordar el problema y dijo que estaba en consulta con los gobernadores de los estados de la Costa del Golfo para coordinar el operativo.
«Mientras BP es el responsable final de financiar los gastos de las operaciones de respuesta y limpieza, mi administración continuará usando todos los recursos disponibles a nuestra disposición, incluyendo potencialmente al Departamento de Defensa para abordar el incidente».
Obama pidió al Secretario del Interior, Ken Salazar, a la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Janet Napolitano y a la administradora de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Lisa Jackson, visitar la zona el viernes para asegurarse que «BP y el Gobierno están haciendo todo lo posible no sólo para responder ante la emergencia, sino también en determinar sus causas».
LA MANCHA SE EXTIENDE
La enorme mancha de petróleo que se extiende por el golfo de México desde hace una semana como consecuencia de la explosión de un pozo petrolífero alcanzará una reserva natural del estado de Louisiana en la noche del jueves (madrugada del viernes en España), en lo que podría ser el inicio a un grave desastre medioambiental que podría afectar hasta a cuatro estados de Estados Unidos, informó el gobernador del estado, Bobby Jindal.
Louisiana, que aún se recupera de los estragos causados por el huracán ‘Katrina’ en 2005, ha declarado el estado de emergencia debido a que la mancha de crudo se acerca a sus costas más rápido de lo previsto. «Esperamos ver sus primeros impactos en Pass-a-Loutre (reserva natural protegida) hoy (jueves), y en las islas Chandeleur a partir del sábado», indicó Jindal.
Los Guardacostas han dicho que la marea negra se encuentra a unos 5 kilómetros de la reserva de Pass-a-Loutre, conformada por un laberinto de canales fluviales, pantanos y bancos de arena, y situada en un extremo del delta del río Mississippi. Horas antes de que interviniese el gobernador de Louisiana, una portavoz de los Guardacostas, la contralmirante Sally Brice-O’Hare, había pronosticado que el vertido llegaría al Delta del Mississippi durante la jornada del viernes.
El accidente de la torre de extracción, propiedad de la británica BP y gestionada por Deepwater Horizon, podría afectar al plan del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de conceder nuevos permisos para prospecciones y perforaciones frente a la costa norteamericana para crear empleos y aumentar la seguridad energética del país.
Obama ha dicho que BP es la responsable «en última instancia» de los costes de la limpieza del vertido, pero su Gobierno se ha comprometido a «destinar todos los recursos disponibles» –entre ellos el Ejército– para contener la fuga procedente del pozo.
El pozo petrolífero está arrojando al mar el equivalente a 5.000 barriles diarios de crudo, cinco veces más de lo estimado inicialmente, lo que ha aumentado el temor a graves daños medioambientales sobre la fauna pesquera, los refugios de las especies animales y a las playas de Lousiana, Mississippi, Alabama y Florida.
La secretaria de Seguridad Interior estadounidense, Janet Napolitano, calificó el control del vertido como un asunto de «importancia nacional» aunque aseguró que el Gobierno «continuará presionando a BP para que se comprometa a garantizar la respuesta más contundente posible».
El senador demócrata por Florida, Bill Nelson, informó de que va a presentar una propuesta de ley para prohibir temporalmente las perforaciones en el mar, señalando el peligro a que se produzca un «desastre medioambiental y económico» como consecuencia de la marea negra que en estos momentos amenaza la costa del país.
PROBLEMAS PARA CONTENER EL VERTIDO
Once trabajadores permanecen desaparecidos, y presumiblemente muertos, desde que se produjo el accidente en la torre de Deep Horizont, el peor accidente medioambiental de la última década en Estados Unidos.
La torre de extracción se hundió el pasado 22 de abril, dos días después de la fuerte explosión registrada, cuyas causas aún no han sido esclarecidas.
La Armada norteamericana está proporcionando lanchas inflables y sistemas de limpieza a los Guardacostas.
Decenas de barcos y aparatos aéreos están siendo utilizados para acometer la mayor operación de limpieza de un vertido contaminante de la historia, pero se están registrando serios problemas para controlar la fuga procedente del pozo, situado a 1.525 metros de profundidad bajo el nivel del mar.
Después de que los robots submarinos fracasasen en su intento de activar una válvula para detener la fuga, BP y los Guardacostas decidieron provocar el miércoles un «incendio controlado» para prevenir que la mancha siguiese aumentando de tamaño.