Europa ve un «déficit» de innovación y pide que eliminar «cuellos de botella» para ayudar a la sociedad

La comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia, Máire Geoghegan-Quinn, ha subrayado este jueves la existencia de un «déficit» de innovación en Europa, al tiempo que apuesta por que el Espacio Europeo de Investigación (ERA, por sus siglas en inglés) aborde los «cuellos de botella existentes que impiden que la innovación y la investigación ayuden a la sociedad».

Geoghegan-Quinn ha realizado estas declaraciones en la inauguración de la Conferencia sobre el Espacio Europeo de Investigación (ERA, por sus siglas en inglés), que cuenta con la participación de unos 200 expertos internacionales y cuyas conclusiones se llevarán al Consejo de Competitividad que se desarrollará en mayo.

En este sentido, ha asegurado que Europa cuenta con un «déficit» de innovación, ya que «aún no se es suficientemente bueno en la transformación del conocimiento en aplicaciones». «Aunque los científicos europeos investigan mucho, ninguno de ellos ha creado ‘Google’, Twitter’ o el ‘iPhone'», ha precisado la comisaria, que apunta a diversas razones para que se produzca dicha situación, como el hecho de que la calidad de la investigación europea «no es consistentemente elevada en comparación con los desarrollos globales».

Geoghegan-Quinn ha mencionado además la existencia de una baja movilidad investigadora, escasa unión entre Universidad y empresas, elevados costes de las patentes, «pocos y dispersos» cluster de innovación, la poca valoración del espíritu emprendedor, el desarrollo de una contratación pública que «no fomenta la innovación o las dificultades de incorporación de la innovación».

«Hay que hacer que la innovación sea el vector principal del crecimiento futuro», ha afirmado Geoghegan-Quinn, quien espera que la estrategia de investigación europea esté preparada antes del verano. Así, ha explicado que la intención de Europa es redirigir las políticas de innovación hacia la lucha contra el cambio climático, la seguridad energética y la salud, además de la recuperación económica sostenible.

La comisaria ha insistido en que esta estrategia europea reflejará las claves del Espacio Europeo de Investigación (ERA) con el objetivo de preparar a Europa para «un nuevo renacimiento», lo que requiere el «consenso» de políticos y científicos. Así, apuesta por crear los «cimientos» necesarios para constituir una Europa «más dinámica» que afronte los retos de desarrollo actuales, unos retos para los que vio necesaria la unión de todos los estados miembros, así como de las empresas y otras organizaciones europeas.

ACTUACIONES «URGENTES»

Por su parte, la directora general de Cooperación internacional y Relaciones Institucionales, Montserrat Torné, ha señalado que los grandes retos existentes actualmente en Europa «no se resolverán con soluciones del pasado» y matizó que, aunque estos planteamientos no son nuevos, sí lo es la urgencia que se necesita para hacerlo realidad».

Torné ha advertido de que el alcanzar el tres por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) en inversiones en I+D supone un reto «ambicioso» y precisó que Europa parte de una situación «asimétrica entre los países». Así, ha recordado que actualmente sólo Suecia y Finlandia alcanzan esa tasa del tres por ciento, mientras que la media europea se sitúa en el 1,85 por ciento de PIB y España en el 1,31 por ciento, y lamentó la baja inversión privada en la I+D.

Torné apuesta por una economía del conocimiento mediante la puesta en marcha de una estrategia de crecimiento sostenible, basado en la ciencia y la innovación, y recordó que la presidencia española de la UE recoge actuaciones relacionadas con el ERA, la simplificación de estructuras de los programas marco, el desarrollo de guías políticas sobre innovación o la nueva reorganización del comité que asesora el Consejo de Ministros con nuevos sistemas de gobernanza.

También, ha insistido en la necesidad de intentar alinear las diversas políticas regionales, nacionales y europeas para evitar la «fragmentación y las duplicidades» en el desarrollo de estas políticas investigadoras. «Si Europa quiere ser competitiva tiene que realizar una apuesta por la innovación», insistió Torné, quien abogó por introducir en la agenda europea la incorporación en determinadas políticas de países de fuera de la UE.

IMPLICACION DE RESPONSABLES ECONOMICOS

Por otra parte, el director general del Centro Común de Investigación (JRC, en sus siglas en inglés) de la Comisión Europea, R. Schenkel, ha instado a aumentar el gasto en I+D hasta el cinco por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y lamentó que el gasto privado no alcance «ni la mitad de lo previsto».

«Han existido cambios positivos en muchas áreas y se ha aprendido del pasado», ha afirmado Schenkel, quien advierte de que se necesitan encontrar fórmulas para que los países y organizaciones «transformen las palabras en hechos». Así, ha insistido en que no es sólo necesario hablar con los responsables de innovación de las distintas Administraciones públicas, «sino también con los dirigentes económicos y otros altos cargos» para poder impulsar definitivamente este área.

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