Greenpeace exigió este lunes al Gobierno que imponga una moratoria a la extracción de petróleo en aguas españolas, para evitar así vertidos como el provocado por la plataforma de BP en el Golfo de México.
Para esta ONG, «ha quedado demostrado que la industria petrolera no tiene capacidad para controlar las consecuencias de sus actividades» y, por este motivo, alerta de los efectos de los nuevos proyectos para ubicar dos nuevos pozos frente a Tarragona.
En este sentido, los ecologistas aseguran haber enviado cartas a los ministros de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, y de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, para solicitarles información complementaria sobre los pozos de petróleo existentes y sobre los nuevos proyectos de extracción.
Además, Greenpeace ha pedido datos sobre el registro de accidentes y vertidos de estas explotaciones, y sobre las medidas de seguridad puestas en marcha por la Administración y las empresas que explotan los yacimientos.
Según datos de esta ONG, la producción española de petróleo representa actualmente un 0,15% del consumo nacional de productos petrolíferos.
