Tras cuatro días sin que fluya crudo, BP espera mantener sellado el pozo del Golfo

Tras cuatro días sin que fluya crudo, BP espera mantener sellado el pozo del Golfo

Un jóven camina este sábado por una playa manchada con restos del vertido de la plataforma petrolera "Deepwater Horizon", gestionada por la petrolera BP, en la bahía de San Luis en Missisipi, (Estados Unidos). EFE

EFE/Archivo

La empresa BP dijo hoy que por cuarto día el crudo sigue sin fluir al Golfo de México y, tras «señales alentadoras», espera poder mantener sellado el pozo averiado mientras termina la construcción de uno alternativo, que se perfila como la solución definitiva al derrame que comenzó el pasado abril.

Sin embargo, el Gobierno de EE.UU., menos optimista, señaló que el hecho de que los actuales niveles de presión sean inferiores a lo previsto puede obedecer o bien a la disminución de las existencias de crudo en el pozo o bien a potenciales fugas debido a algún daño en la estructura del manantial.

La multinacional consiguió el jueves detener el flujo de crudo al Golfo de México, 87 días después de la explosión y posterior hundimiento de la plataforma que operaba en la zona, en un accidente que ha provocado el mayor desastre ecológico en la historia de Estados Unidos.

La empresa inició entonces un periodo de prueba de 48 horas para medir la presión en el pozo y asegurarse de que no había fugas, un plazo que se extendió ayer otras 24 horas y que podría ampliarse nuevamente, según informó hoy el Gobierno.

Doug Suttles, director general de operaciones de BP, empresa responsable del derrame, explicó este domingo en una conferencia de prensa telefónica que los resultados son alentadores y que la presión sigue aumentando de forma estable, en una posible señal de la ausencia de fugas.

«Tenemos la esperanza de que si estas señales alentadoras continúan podremos seguir con las pruebas de integridad hasta que logremos cerrar de forma definitiva» el pozo averiado, llamado «Macondo», mediante la construcción de un pozo alternativo, dijo Suttles.

«Ahora mismo no tenemos ningún plazo para dejar que vuelva a fluir petróleo del pozo», añadió.

En similares términos se expresó el almirante de la Guardia Costera de EE.UU., Thad Allen, quien señaló que el Gobierno y BP consideran extensiones adicionales de 24 en 24 horas.

El Gobierno estadounidense ha exigido como condición para que la extensión continúe «una supervisión significativa así como evaluaciones periódicas» y la aprobación de los científicos gubernamentales, explicó Allen.

A diferencia del ejecutivo de BP, el almirante expresó cierta preocupación con el hecho de que los niveles de presión sean inferiores a lo previsto e indicó que es necesario trabajo adicional para entender los motivos.

Mencionó que la actual situación puede obedecer o bien a la disminución de las existencias de crudo en el pozo o bien a potenciales fugas debido a algún daño en la estructura del manantial.

«Aunque estamos encantados de que no esté fluyendo petróleo en la actualidad al Golfo de México y queremos tomar todas las medidas adecuadas para que eso siga siendo así, es importante que todas las decisiones estén guiadas por la ciencia», subrayó Allen, coordinador del Gobierno de EE.UU. para la lucha contra el vertido.

Insistió, en ese sentido, en la necesidad de asegurar que no se produzcan daños «irreversibles» que podrían originar fugas «incontrolables» en numerosos puntos del suelo marino.

Suttles, por su parte, dijo que el reabrir el obturador y permitir que el crudo fluya a la caja instalada sobre el mismo sigue siendo una opción en caso de que se detecten problemas.

La citada caja, una especie de campana gigante, tiene capacidad para recoger hasta 80.000 barriles de crudo que se trasladarían después a barcos en la superficie mediante tuberías.

«Nos tomaremos esto como vaya viniendo día a día», afirmó Suttles.

De inclinarse por bombear el crudo a la superficie tras permitir que este fluya a la campana sería necesario dejar que el petróleo fluya libremente al mar durante tres días para eliminar la presión del pozo, según el directivo de BP.

Por lo demás, la compañía informó hoy que el primero de los dos pozos alternativos que se excavan en la zona y desde el que se clausuraría el ahora averiado mediante una inyección de cemento y lodo pesado podría estar listo para finales de julio.

Precisó, de todos modos, que la operación de sellado mediante la inyección de cemento y lodo podría prolongarse hasta mediados de agosto.

Las estimaciones oficiales apuntan que el pozo averiado ha estado escupiendo entre 35.000 y 60.000 barriles de petróleo al mar desde el accidente del pasado 20 de abril.

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