El sector eléctrico requiere inversiones de 67.500 millones entre 2020 y 2035, según el Congreso

La Subcomisión para el análisis de la estrategia energética de los próximos 25 años trabaja sobre un borrador de planificación que contempla que entre 2020 y 2035 las inversiones necesarias estarán en torno a los 4.500 millones de euros anuales, hasta un total de 67-500 millones, debido a la entrada de gran capacidad renovable, fundamentalmente eólica y solar, y a la necesidad de sustituir o repotenciar las instalaciones obsoletas.

El documento, al que tuvo acceso Europa Press, plantea que la «no disponibilidad de energía nuclear en 2035» incrementaría el coste del régimen ordinario del orden de 15-20 euros por megawatio hora (MWh), lo que supondría un aumento de hasta el 45% frente al resultado de la última subasta entre comercializadoras de último recurso (Cesur), que lo fijó en 44,5 euros/MWh.

Por este motivo, se plantea que «habría que adoptar decisiones sobre los desarrollos y horizontes de la energía nuclear», si bien la Subcomisión aún no ha cerrado ninguna conclusión a este respecto, algo los grupos esperan hacer en su reunión de este miércoles.

INTERCONEXION CON FRANCIA DEL 35%

El borrador plantea que el coste de la energía eléctrica en el régimen ordinario dependerá tanto de la evolución del coste de las materias primas y el dióxido de carbono como de las horas de funcionamiento de las instalaciones, asumiendo que, para garantizar el suministro, aquellas con pocas horas reciben un ingreso en concepto de pago por capacidad por el servicio de respaldo prestado al sistema.

No obstante, plantea que, en el caso del régimen especial, el coste dependerá de la evolución de la inversión necesaria «y de las primas que se esté dispuesto a pagar».

Además, cumplir con los objetivos internacionales hará necesario incrementar la exportación de energías renovables a otros países europeos, lo que les obliga a culminar la curva de aprendizaje y que sean competitivas «en igualdad de condiciones» ante las convencionales. Asimismo, para poder exportar renovables a Europa es necesario que en este periodo se alcance una interconexión con Francia próxima al 35%.

REDUCIR CONSUMO Y CAMBIAR EL MODELO

En este sentido, el documento detalla el ‘mix’ sólo hasta 2020, no hasta 2035, debido a que la propuesta busca un consenso para cumplir los objetivos europeos para una reducción de emisiones del 20%, mejorar la eficiencia energética en otro 20% y que el 20% de la energía que consuma proceda de fuentes renovables.

De esta manera, las previsiones a 10 años plantean que las energías renovables dupliquen en 2020 su producción y potencia instalada, mientras que la nuclear aumentará más de un 5% su papel en la producción, aunque reducirá su potencia instalada en un porcentaje similar debido al cierre de la central de Santa María de Garoña (Burgos).

De cara a 2035, se advierte que «será fundamental reducir el consumo energético, a la vez que se consigue crecimiento económico», lo que obligará a poner en marcha todas las medidas de eficiencia energética posibles, fundamentalmente en el sector transporte, con el vehículo eléctrico, y en el sector residencial y de edificios, así como buscar alternativas de modelo productivo «menos dependientes del consumo energético».

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