La organización conservacionista WWF ha publicado en su web una veintena de recomendaciones para viajar dañando al mínimo el entorno, con consejos que van desde rechazar ofertas turísticas en playas de desove de tortugas hasta el de llamar al 112 en caso de encontrar un cetáceo varado.
A la hora de elegir destino, WWF aconseja decantarse por lugares cercanos a los que se pueda acceder por transportes «con menor impacto ambiental» que el avión, así como rechazar ofertas en playas de desove de tortugas o lugares de cría de otras especies.
«Antes de lanzarse a alquilar un coche en el aeropuerto de destino», los ecologistas apuestan por los medios de transporte público locales y, para hospedarse, elegir hoteles que reciclen. Otra de las opciones que ofrece WWF es la de aparcar el coche y alquilar bicicletas para hacer turismo u optar por las excursiones a pie.
Por otra parte, pide evitar deportes y actividades recreativas que «pueden provocar daños ambientales» (como las carreras de «quads»), e invita a los amantes del golf a verificar que los campos donde practican son regados con agua reciclada.
Si se encuentran cetáceos varados o «tortugas en apuros», recuerda que hay que avisar «rápidamente» al centro de recuperación más cercano, al que se puede contactar a través del teléfono de emergencias 112.
No salir de los caminos trazados en caso de visitar espacios naturales, no alimentar a los animales autóctonos, no hacer nunca hogueras en el campo, no derrochar agua y llevar bolsas de basura para los desperdicios son otras de sus recomendaciones.
Para la vuelta a casa, sus consejos se centran en la petición de no comprar «souvenirs» hechos con restos de seres vivos, como corales, conchas, pieles, objetos de marfil o carey. «Además de afectar a especies en peligro de extinción, te expones a fuertes multas en la aduana al regresar a casa», indica la ONG en Internet.
Según datos de la Organización Mundial del Turismo recogidos por WWF, el turismo es responsable del 5% de las emisiones globales de CO2 a la atmósfera, y el transporte aéreo es responsable del 40% de estas emisiones.
