Greenpeace ha enviado ya a un equipo de trabajo a los pueblos de Hungría afectados por el vertido químico y alertó de que, si la marea roja llega al Danubio, «lo arrasará todo».
Tras lamentar la pérdida de vidas humanas, el responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace en España, Julio Barea, mostró su «preocupación» ante esta catástrofe ambiental.
Según dijo a Servimedia, «toda la biodiversidad de la zona se puede ver afectada». «Toda la fauna y la flora de los cauces y las zonas de bosque han quedado arrasados. Si llega al Danubio lo arrasará todo», añadió.
Según recordó Barea, en España «hemos tenido también experiencias muy negativas similares», como el vertido de Aznalcóllar, en Sevilla.
«El vertido de Hungría tiene un pH parecido al de la lejía o la sosa cáustica, muy corrosivo. Si los metales pesados no se retiran, se acumularán, porque no se degradan», concluyó.
Greenpeace ha enviado ya un equipo de expertos a la zona, que analizará la magnitud de la catástrofe y documentará los daños causados.
