Greenpeace y WWF denunciaron este jueves que la empresa Fertiberia no ha depositado aún la fianza exigida por la Audiencia Nacional, a 10 semanas del plazo límite para el cese de sus vertidos contaminantes a las marismas del río Tinto.
Según explican los ecologistas, el 31 de diciembre de 2010 es la fecha que ha marcado la Audiencia Nacional a la empresa para que cese sus vertidos. Entonces, añaden, la empresa deberá devolver los terrenos del dominio público que ocupa y restaurar la zona.
Además, según Greenpeace y WWF, el auto de la Audiencia impone una fianza a Fertiberia de 21 millones de euros para sufragar los costes de la descontaminación.
«A pesar de este requerimiento, a día de hoy la empresa no ha depositado el aval que garantizaría el desalojo y la regeneración ambiental», se quejan los ecologistas.
RESIDUOS TÓXICOS Y RADIACTIVOS
Según ambas organizaciones, los fosfoyesos son «residuos industriales tóxicos y ligeramente radiactivos», tal como determina el último informe de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo tras su visita a Huelva.
«Los fosfoyesos no sólo han contaminado las marismas del Tinto, sino que han alcanzado también la desembocadura del Odiel. Es necesario descontaminar correctamente la zona y establecer un sistema permanente de vigilancia en tiempo real sobre la contaminación del suelo, el aire y el agua», insisten.
Para Greenpeace y WWF, la solución que propone la empresa «de cubrir con tierra estos residuos» está «totalmente desaconsejada y supone la peor de las alternativas posible en cuanto a restauración».
«Esperamos que la Administración exija a Fertiberia el pago de la fianza y que la empresa asuma toda su responsabilidad. No sería deseable encontrarnos de nuevo con un caso como el de Boliden», declaró Julio Barea, de la campaña de contaminación de Greenpeace.