España acepta que Bruselas negocie mantener o reducir parcialmente la cuota de atún rojo

España y el resto de países mediterráneos de la Unión Europea han aceptado finalmente apoyar un mandato para que Bruselas pueda negociar en nombre de los 27 mantener o reducir «parcialmente» la cuota de atún rojo, en el marco de la reunión internacional en París para decidir sobre los planes de recuperación de este recurso para los próximo años, han informado fuentes diplomáticas.

El texto adoptado no recoge explícitamente la palabra «reducción», tal y como reclamaba la Comisión Europea, pero pide que las negociaciones se alineen con la opinión de los científicos y con los objetivos de biomasa negociados en 2006 de entre un 60 % y una cifra mayor para 2020.

En la práctica esto permitirá a la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, negociar una reducción «parcial» de las capturas en la conferencia anual de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, por sus siglas en inglés), entre el 17 y el 27 de noviembre en París.

Damanaki ha tratado sin éxito de contar con el apoyo de los Estados miembros para defender una reducción drástica –de hasta el 50%– de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) del atún rojo en el Atlántico oriental y el mar Mediterráneo.

Esta posición chocaba con los países implicados en la pesca de esta especie, todos los mediterráneos con España y Francia a la cabeza, que opinan que los informes científicos avalan el mantenimiento de las capturas actuales. Sí tenía el respaldo de otros países que, como Reino Unido y Países Bajos, no pescan este recurso y que abogaban por tener en cuenta las «incertidumbres» que admiten los científicos en sus informes.

La española, con 2.526 toneladas, es la flota comunitaria con mayor cuota de pesca de atún rojo, seguida por la francesa y la italiana. De las 13.500 toneladas aprobadas por ICCAT para 2010, la UE tiene derecho a 7.104 toneladas de capturas.

Tras varias reuniones contrarreloj en los últimos días, los embajadores de los 27 ante la UE han respaldado este jueves en Bruselas por unanimidad un texto de compromiso que no menciona formalmente ninguna reducción o mantenimiento del TAC, sino que pide que la opinión de los científicos del ICCAT se siga «rigurosamente» durante la negociación en París.

Un primer documento propuesto por la presidencia belga de la UE fue rechazado por la Comisión por no incluir explícitamente la palabra «reducción», han explicado comunitarias.

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