El 100% de la electricidad tendría que ser renovable en 2030, para reducir las emisiones de CO2 a la mitad

Para lograr que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan a la mitad en el año 2030 será preciso disminuir el consumo de energía un 23% y que la generación de electricidad sea 100% renovable.

Así lo expone el «Informe Cambio Global España 2020/50. Energía, economía y sociedad», cuyo resumen ejecutivo fue presentado este martes en el décimo Congreso Nacional del Medio Ambiente.

Este documento ha sido impulsado por el Centro Complutense de Estudios e Información Medioambiental (Cceim) y la Fundación Conama, y elaborado por un equipo de expertos codirigido por Pedro Linares, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería ICAI, de la Universidad Pontificia Comillas, y el presidente de honor de la Fundación Sustainlabour, Joaquín Nieto.

El objetivo final que plantea este informe es reducir a la mitad las emisiones de efecto invernadero en 2030 y al 80% en 2050 (con respecto al año 1990).

Para ello, será necesaria una reducción del 23% de la demanda de energía para 2030; un 100% de energías renovables en la generación de electricidad para 2030; y medio millón de viviendas rehabilitadas al año, o 15 millones de coches eléctricos, en 2050.

El informe analiza dos escenarios diferentes. El escenario base incluye los actuales objetivos de energías renovables marcados por la Unión Europea para 2020 (cubrir el 20% del consumo energético final con fuentes renovables y una reducción del 20% de las emisiones de CO2).

Sin embargo, considera que esto no sería suficiente para alcanzar una reducción de las emisiones del 80% para el año 2050 (que impida que el calentamiento global supere los dos grados). Por ello propone un escenario deseable con medidas adicionales y mayores restricciones, en particular las referidas a las emisiones de CO2.

VIVIENDA Y TRANSPORTE

Este escenario «deseable» plantea que cada año hasta 2050 medio millón de viviendas sean rehabilitadas para conseguir un ahorro energético del 50% sobre el consumo de 2009 y que todas las nuevas viviendas construidas tengan una demanda energética un 80% inferior a la actual. Todo ello supondría un ahorro de la demanda energética global en el sector residencial y de servicios de un 46% en 2050 respecto a 2009.

En el sector del transporte, se ha considerado un aumento de la eficiencia en 2020 de un 22% respecto de la existente en el año 2000. Además, se ha supuesto una apuesta decidida por el vehículo eléctrico para el transporte de pasajeros con 2,5 millones de vehículos en 2020, cinco millones de vehículos eléctricos en 2030 y 15 millones de vehículos eléctricos en 2050.

También se propone un cambio modal radical del transporte de mercancías, de tal modo que en 2020 un 10% de la demanda de transporte total de mercancías se transfiera de transporte por carretera a transporte en tren, en 2030 un 30% y en 2050 un 70%.

En el llamado escenario deseable, el consumo de energía primaria en el año 2030 se reduciría en un 23% respecto del consumo del año 2009 y procedería de fuentes renovables en un 45%.

Por su parte, la energía nuclear desaparece del escenario energético en 2030 (una vez superada su vida útil todas las plantas actuales).

El carbón y el gas verían reducida su participación, limitada exclusivamente a la industria, y el uso del petróleo se reduciría desde un 49% en 2009 hasta un 34% en 2030.

La electricidad aumentaría en un 35% su participación en el sistema energético (del 20% en 2008 al 27% en 2030) y sería generada por energías renovables en un 70% en 2020 y en el 100% en 2030.

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