La ministra española de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, pidió hoy que en la cumbre de Cancún sobre Cambio Climático se identifique cómo alcanzar el objetivo ya fijado de impedir que la temperatura media del planeta aumente más de 2º centígrados en este siglo.
Aguilar, que intervino ante el plenario de la cumbre de la ONU, abogó además por un sistema «transparente» para garantizar el control y seguimiento de la aplicación de las medidas que acepten los países para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las negociaciones sobre los mecanismos de transparencia (medición, información y verificación) para determinar si los países están cumpliendo con sus compromisos de reducción es uno de los asuntos que más controversia está suscitando entre los más de 190 países que participan en la cumbre.
Durante su intervención de más de seis minutos, el doble de lo estipulado por la ONU, Aguilar abogó por que los acuerdos de Cancún recojan la necesidad de identificar «cuánto nos queda por hacer para alcanzar el objetivo ambiental» fijado en la anterior cumbre de Copenhague (que la temperatura global no suba más de dos grados).
A continuación, la ministra advirtió de que el resultado de Cancún no puede limitarse a acuerdos «instrumentales», sino que es necesario que «todos» avancen en el recorte de gases contaminantes.
Además, hizo un llamamiento para intensificar los esfuerzos, de modo que «podamos dar una buena noticia al mundo entero y es que la cumbre acaba con un acuerdo».
«Kioto no puede ni debe ser el problema, no podemos fallar a las mujeres y hombres del mundo que esperan de nosotros una respuesta». opinó.
«Está en juego -dijo- la confianza que ha depositado en nosotros la ciudadanía».
En este contexto, Rosa Aguilar, que se incorporó el miércoles a la fase ministerial de la cumbre, abogó por que sean los países desarrollados los que lideren la reducción de las emisiones contaminantes.
En declaraciones a la prensa ese día anunció la determinación de España de lograr que la Unión Europea (UE) eleve sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en el horizonte de 2020, desde el actual 20% al 30% con respecto a los niveles de 1990.
En la línea de la mayoría de los intervinientes anteriores, la ministra española señaló que la recuperación económica debe venir de la mano de una economía baja en carbono, que contribuya de forma relevante al esfuerzo de reducción de emisiones.
Un cambio de modelo que ha de estar acompañado de una transición justa y así «debe quedar recogido en el acuerdo».
