El «Hespérides» cierra en Río de Janeiro la primera etapa de «Malaspina 2010»

El buque de investigación oceanográfica «Hespérides» llegó este jueves a Río de Janeiro (Brasil), culminando la primera de las ocho etapas de la expedición «Malaspina 2010», proyecto con el que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) dará la vuelta al mundo para estudiar la biodiversidad del océano y el impacto del cambio global en sus aguas.

Tras un mes de navegación (el buque partió de Cádiz el 15 de diciembre), los científicos de la expedición han lanzado frente a la costa brasileña la primera de las 20 nuevas boyas que se han diseñado para medir la salinidad de las aguas a 50 centímetros de la superficie.

Los datos que recogerán servirán para mejorar los mapas globales de salinidad que actualmente se elaboran con la información obtenida desde el espacio por el satélite SMOS de la Agencia Espacial Europea.

Las 20 boyas, diseñadas por investigadores del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, son capaces de medir temperatura y salinidad en la superficie con gran precisión, mientras se desplazan con la corriente. Cada una de ellas se encargará de transmitir información por satélite durante aproximadamente dos años.

La mayoría de las que operan actualmente toman sólo datos por debajo de los cinco o diez metros para evitar la posible contaminación de los sensores por suciedad superficial. Por eso, apenas existen registros de salinidad tan cerca de la superficie.

HITOS A BORDO

Tras un mes de navegación, los científicos del «Hespérides» han realizado una prospección del ecosistema del océano hasta 4.000 metros de profundidad con redes y botellas de muestreo en 26 puntos.

Además, han estudiado las propiedades oceanográficas de la superficie, evaluado la acústica de las corrientes marinas y realizado una topografía del fondo marino.

Las muestras tomadas han revelado que, aunque el océano profundo no esconde una gran cantidad de microorganismos (su abundancia es de 10 a 100 veces inferior a la de la superficie), se trata de un ecosistema «biológicamente muy activo», según indicó el investigador del CSIC y coordinador de Malaspina Carlos Duarte.

Gracias a una botella de recogida de muestras patentada para el proyecto, han comprobado que en las profundidades del océano oscuro, la región situada entre los 2.000 y los 4.000 metros de profundidad, vive una gran cantidad de microalgas en perfecto estado. En esta zona no esperaban encontrar más que células muertas.

Además de en Río de Janeiro, el «Hespérides» hará escala en Ciudad del Cabo, Perth, Sidney, Auckland, Honolulú, Panamá, Cartagena de Indias y, finalmente, en Cartagena. El buque «Sarmiento de Gamboa», que parte el próximo 27 de enero, navegará de Las Palmas de Gran Canaria a Santo Domingo.

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