Unesa afirma que la reducción de las primas no pone en riesgo al sector fotovoltaico

La patronal de la industria eléctrica, Unesa, consideró este lunes que la incorporación al sistema de las tecnologías renovables menos maduras, como las fotovoltaica, ha de hacerse paulatinamente para no seguir agravando el problema del déficit de tarifa. A su juicio, la reducción de primas acordada por el Gobierno para esta tecnología no compromete su futuro, porque mantiene una retribución razonable.

La patronal emitió este lunes un comunicado, coincidiendo con el trámite parlamentario que ha de superar esta semana el Real Decreto-Ley 14/2010, por el que se establecen medidas urgentes para la corrección del déficit tarifario del sector eléctrico. Una norma con la que el Gobierno busca un ahorro de 4.600 millones de euros en tres años y que ha suscitado críticas por parte del sector fotovoltaico.

Para Unesa, las medidas recogidas en dicho real decreto «exigen un esfuerzo a todos y cada uno de los actores que intervienen en el sector eléctrico, desde la Administración a los consumidores, pasando por las compañías eléctricas, de cara a tratar de solventar el grave problema de la generación del denominado déficit tarifario», cuya cuantía ronda los 20.000 millones de euros (2% del PIB).

En esta línea, Unesa entiende que todas las propuestas tienen un impacto relevante y que no se puede prescindir de ninguna de ellas si el objetivo final es lograr que deje de generarse el mencionado déficit eléctrico en el año 2013.

Entre las medidas figuran la asunción por parte de las compañías de la financiación de las políticas de ahorro y eficiencia energética, del bono social y del déficit tarifario adicional que se genere hasta 2013, así como el pago por parte de todas las generadoras, tanto del régimen ordinario como del especial, de un peaje por utilizar las redes.

Asimismo, recordó Unesa, se contempla una limitación de las horas con derecho a prima de las plantas fotovoltaicas, similar a la impuesta previamente a otras tecnologías renovables como la eólica o la termosolar, que incidiría directamente en una contención de la tarifa eléctrica que pagan todos los consumidores.

En este sentido, Unesa considera que, a pesar de esta limitación, los promotores de instalaciones fotovoltaicas seguirán manteniendo una retribución razonable, que no comprometerá su viabilidad futura. «Y es que el coste medio de la fotovoltaica rondó el 2009 los 466 euros el megavatio/hora (MWh), mientras que el de la eólica, por ejemplo, se situó en los 80 euros/MWh», precisó.

Recordó, además, que un reciente informe llevado a cabo por la Comisión Nacional de la Energía ha puesto de manifiesto que un porcentaje relevante de las plantas solares fotovoltaicas españolas estaría produciendo más horas de las que les correspondería por su potencia real.

«Incluso así, la aportación eléctrica de este tipo de instalaciones fue en 2009 del 2,3% del total, muy lejos del peso de su coste sobre el coste global del sistema eléctrico: 15,4%», añadió.

Por todo ello, Unesa reitera que «la incorporación al sistema eléctrico de las tecnologías renovables menos maduras, y por lo tanto menos productivas, como las fotovoltaicas, ha de hacerse paulatinamente, de cara a no seguir agravando el problema del déficit tarifario eléctrico en España, que se recupera con intereses en años sucesivos a través de la tarifa que pagan todos los clientes».

Subrayó, por último, que, mientras el Plan de Energías Renovables 2005-2010 establecía un objetivo de potencia de 471 megavatios (MW), ya en 2009 el sector había superado los 3.400 MW operativos.

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