Una veintena de activistas ecologistas acceden por sopresa a las instalaciones

Los militantes Greenpeace asaltan y toman la central nuclear de Cofrentes

Seis escaladores 'verdes' suben a la torre de refrigeración para pedir el cierre

Los militantes Greenpeace asaltan y toman la central nuclear de Cofrentes
Un activista de Greenpeace en la nuclear de Cofrentes. Greenpeace.

El pasado 7 de febrero sufrió un fallo en la apertura de la válvula del circuito de seguridad, un fallo similar a otro sufrido en octubre del año pasado

Una banda perfectamente organizada de activistas, pertenecientes de la organización ecologista Greenpeace, ha logrado saltarse los controles de seguridad y acceder a la central nuclear de Cofrentes, en Valencia.

Los ecologistas han ‘tomado’ la isntalacion -casi con precisión militar- a las seis de la mañana de este 15 de febrero de 2011.

Seis escaladores han tomado una de las torres de refrigeración, de 125 metros de altura, donde están pintando el mensaje: Peligro nuclear.

Además, otro grupo de activistas ha desplegado una pancarta con el lema:

Cofrentes, cierre ya.

La acción forma parte de una campaña de la organización ecologista que pide al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y al Gobierno que no se renueve el permiso de explotación de Cofrentes, que vence el próximo 19 de marzo, y se proceda a su cierre definitivo.

La central nuclear de Cofrentes generó 8.000 millones de kilovatios hora durante 2009, el 15% del total de la energía eléctrica de origen nuclear producida en España.

La central aportó el 58% de la energía generada por Iberdrola en territorio valenciano y el 4% del total de energía consumida en España durante 2009, según datos de la empresa.

Esta central ha sufrido algunos problemas de seguridad en los últimos meses. El pasado 7 de febrero sufrió un fallo en la apertura de la válvula del circuito de seguridad, un fallo similar a otro sufrido en octubre del año pasado, cuando un fallo en una válvula obligó a declarar la prealerta.

Entre las muchas deficiencias identificadas, Greenpeace destaca las relacionadas con los sistemas de lucha contra incendios, el acceso a la Sala de Control, el aumento de las dosis recibidas por los trabajadores en el mantenimiento, el desafío a los márgenes de seguridad en los sistemas de refrigeración de emergencia o la tardanza en los análisis de sucesos, a modo de ejemplo.

Estos graves problemas de seguridad demuestran el envejecimiento de la central nuclear de Cofrentes y, por ello, un riesgo cada vez más alto de sufrir un accidente.

 

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído