El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, han visitado este miércoles la planta piloto para la valorización de biomasa forestal puesta en marcha en octubre de 2010 en el Vivero Forestal Central de Valladolid.
La Junta de Castilla y León, en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente, ha realizado este proyecto piloto, financiado con fondos de I+D+i, que apuesta por un recurso renovable propio, emplea mano de obra en el medio rural, produce emisiones neutras de CO2, contribuye a la mejora del estado fitosanitario de los bosques, reduce el riesgo de incendios y pone en valor los recursos forestales.
La planta piloto de astillado y pelletizado del Vivero Central de Valladolid es un proyecto pionero para la puesta en valor de los recursos forestales, al objeto de optimizar los procesos y hacer económicamente viable su aprovechamiento energético, informaron a Europa Press fuentes del Gobierno autonómico.
Esta iniciativa responde además a la política de prevención de incendios forestales en Castilla y León al reducir la cuantía de combustible en los montes en que se aplican tratamientos selvícolas y contribuir a la puesta en valor de los montes y permitir que sean fuente de ingresos para sus propietarios.
BENEFICIOS
El proceso que se hace en la planta tiene las siguientes partes: clasificación y retriturado del material; secado de la biomasa; refinado y pelletizado; y, por último, almacenamiento y distribución. Además, la planta cuenta con un laboratorio de biocombustibles sólidos, para realizar los análisis de los combustibles obtenidos.
La planta se completa con un sistema de calefacción para el conjunto de las instalaciones del Vivero Forestal Central. El sistema tiene dos calderas de biomasa con una capacidad de suministro superior a los 1.000 Kwh térmicos, equivalente a las necesidades anuales de calefacción de 60 hogares de 90 metros cuadrados.
La capacidad de producción instalada asciende a 25.000 toneladas/año de astilla y 12.000 toneladas/año de pellets. Los beneficios derivados de la puesta en marcha de esta planta piloto se concretan en que equivale a 9.000 toneladas de gasóleo; la reducción anual de 20.250 toneladas de CO2 emitido a la atmósfera y realizar tratamientos selvícolas preventivos de incendios en más de 2.250 hectáreas de montes.
Esta actuación se enmarca en el cumplimiento de la Estrategia Regional de Desarrollo Sostenible, aprobada noviembre de 2009, y del Plan de Bioenergía de Castilla y León, aprobado en enero de 2011.
