Existen especies de plantas capaces de asimilar sustancias contaminantes e incorporarlas a su organismo, por lo que pueden sobrevivir dentro del perímetro de treinta metros cuadrados evacuado en Fukushima (Japón) tras el escape radioactivo, según ha explicado el físico de la Universidad de Sevilla, Celestino Ignacio Sánchez Angulo.
Sánchez ha señalado a Europa Press que lo que ocurre en Japón es una «dispersión en el aire de partículas radiactivas» por lo que no es una radiación «intensa», en cuyo caso las plantas no sobrevivirían. Sin embargo, ha asegurado que algunas especies «son capaces de asimilar productos contaminantes, como metales pesados que absorben de la tierra a través de sus raíces o sus hojas, incluyendo la nueva sustancia en su organismo».
«Habría que analizar si una planta está en riesgo de haber sufrido radiación para evitar que el hombre consuma sus frutos», ha insistido.
Así, la radiación no tendría ninguna influencia sobre el «simple organismo» de una planta, apunta Sánchez Angulo, aunque ha señalado que cada especie «debe analizarse por si misma». En lo que sí ha hecho hincapié es que una planta se convertiría en una fuente de contagio si produce flores o frutos de consumo animal o humano, pues propagaría la sustancia.
Precisamente, ha comentado que los humanos y los animales son organismos «más complejos», en comparación con las plantas, pero mucho «más vulnerables a los contaminantes». Los animales que se exponen a ciertos niveles de radiación «tendrán similares síntomas que los seres humanos y prácticamente iguales en el caso de los mamíferos, puesto que las características fisiológicas son prácticamente idénticas».
Esta situación lleva a los sistema oficiales de seguridad a proteger a los organismos más complejos «como el hombre» ya que las consecuencias «pueden ser más dañinas», mientras que en especies como las plantas «apenas hay protocolos de conservación» porque la propia naturaleza le permite resistir a un acontecimiento de estas características.
