El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha recordado este miércoles, en el primer aniversario de la fuga de petróleo en una plataforma de BP del golfo de México, que pese a que se ha realizado un «progreso significativo» para paliar el desastre, «el trabajo no está hecho».
«Hace un año, la plataforma Deepwater Horizon explotó, lo que causó la muerte a once hombres y liberó al golfo de México una cantidad aproximada de 4,9 millones de barriles» de crudo, ha declarado Obama, en un comunicado distribuido por la Casa Blanca.
Este «catastrófico» incidente, como lo ha calificado Obama, «ha afectado a las vidas de millones de estadounidenses». «Desde el principio, mi administración ha dedicado todos los recursos disponibles a la respuesta al mayor vertido de petróleo de nuestra historia», ha destacado.
A estos esfuerzos de contención y limpieza se sumaron unas 48.000 personas que trabajaron «sin descanso». «Aunque hemos hecho un progreso significativo, el trabajo no esta hecho», ha señalado Obama, quien ha recordado que alrededor de 2.000 personas siguen trabajando «activamente» en la zona en pos de la recuperación.
Asimismo, la administración norteamericana, ha apuntado el presidente, sigue sosteniendo que BP y otras «partes responsables» deben responder por las pérdidas causadas.
De cara al futuro, el Gobierno norteamericano aboga por una mayor supervisión de este tipo de explotaciones, así como por un desarrollo «seguro y responsable» de los recursos energéticos. La Agencia de Protección Medioambiental (EPA) trabaja en la «restauración a largo plazo» del área afectada en base a las informaciones recogidas por científicos, expertos y ciudadanos.
«Mi administración está comprometida en hacer todo lo que sea necesario para proteger y restaurar la costa del Golfo», ha apostillado Obama, quien ha advertido de que su Ejecutivo trabaja para que dicha costa «se recupere más fuerte que antes».
