ras hacer balance sobre las fusiones parciales detectadas este mes en los reactores 1, 2 y 3
La empresa eléctrica Tepco, encargada de la gestión de la central nuclear de Fukushima, dañada tras el terremoto y posterior tsunami que el pasado 11 de marzo asoló el noreste de Japón, ha admitido ahora que considera imposible estabilizar la planta antes de final de año como había anunciado.
Tepco ha llegado a esta conclusión tras hacer balance sobre las fusiones parciales detectadas este mes en los reactores 1, 2 y 3.
Aunque los daños en estas tres unidades aún deben analizarse en profundidad, representantes de la eléctrica explicaron a última hora del domingo que éstos seguramente supondrán un gran retraso en las labores para controlar la central.
El pasado 17 de mayo Tepco revisó su plan para solucionar la crisis en Fukushima y aseguró que los cuatro reactores afectados por el terremoto y el tsunami recuperarían la refrigeración en verano y que serían llevados a «parada fría» posiblemente en octubre, aunque no descartaban que el proceso se alargara hasta enero de 2012.
El nuevo balance de la empresa apunta a una posible demora, que a su vez retrasará también el regreso a sus casas de los cientos de miles de evacuados de los pueblos que rodean la central, según ha explicado un representante de la compañía.
Vertidos de agua contaminada
Uno de los principales problemas con que se ha topado la empresa son los vertidos de agua contaminada que están impidiendo que los técnicos entren en las instalaciones para instalar los sistemas de refrigeración.
Tepco cree que el agua puede proceder de las vasijas perforadas de los reactores, aunque aún no lo ha podido determinar con total seguridad ni ha logrado sellar ninguna fuga.
Además, técnicos de la central tuvieron que restablecer este fin de semana el sistema de refrigeración del reactor 5, que llegó a superar los 94 grados centígrados de temperatura al estar parado durante 15 horas a causa de un posible fallo del sistema eléctrico.
A esto se suma la llegada prevista para este lunes de una tormenta tropical fuerte a Fukushima, lo que ha hecho que la eléctrica extreme las precauciones para evitar un aumento de las filtraciones por la lluvia y el viento.
Así, la eléctrica ha instalado diques de sacos de arena y ha trasladado las grúas que ayudan a estabilizar los reactores y ha asegurado que si las lluvias son muy intensas todas las operaciones, excepto la vigilancia, se detendrán en la maltrecha planta.